Las autoridades japonesas estimaron este lunes que unas 298.000 personas podrían fallecer de producirse un megaterremoto en la denominada fosa de Nankai, uno de los puntos de mayor actividad sísmica del mundo y donde se predice que habrá un fuerte sismo en las próximas décadas.
La cifra, publicada este lunes en un informe, procede del grupo de trabajo del Gobierno nipón sobre terremotos y supone un 10 % menor que la estimación anterior, de 2012, ante los esfuerzos del país para mitigar los efectos de un seísmo a gran escala.
Unas 215.000 de las 298.000 muertes proyectadas serían causadas por tsunamis, partiendo del supuesto de que solo el 20 % de la población evacuaría de inmediato, por lo que el Ejecutivo buscaría incrementar la rapidez con la que se producen dichas evacuaciones.
Además de las 298.000 muertes directas estimadas, el Gobierno también proyectó entre 26.000 y 52.000 "muertes relacionadas con desastres", causadas por situaciones como el deterioro de las condiciones sanitarias en los albergues de evacuación.
Entre los escenarios proyectados, el más mortífero implica un terremoto de magnitud 9 que se produzca durante una noche de invierno con los daños concentrados en la región de Tokai (que se extiende a lo largo de la costa del océano Pacífico).
El Gobierno japonés revisará su plan de prevención de desastres para designar áreas prioritarias en función del riesgo de inundación y desarrollará un nuevo plan de resilencia para el período fiscal 2026-2030.
El denominado gran terremoto de la fosa de Nankai es un temblor de magnitud 8 o superior que ocurre regularmente cada 100 o 200 años en esa placa, que une la bahía de Suruga (Shizuoka) con el mar de Hyuga (Kyushu)