Una extraña situación ocurrió en el Paso Fronterizo Pino Hachado, entre Argentina y Chile, cuando la policía sorprendió a un hombre intentando cruzar la frontera con el cadáver de su esposa en el asiento del copiloto, supuestamente para cobrar una pensión de la mujer.
Según los antecedentes preliminares, personal fronterizo solicitó a la pareja que se bajara del auto para hacer los respectivos controles, pero el conductor, de 69 años, sostuvo que su esposa no podía hacerlo por su avanzada edad. Sin embargo, notaron algo raro y procedieron a examinarla, confirmando que no tenía signos vitales.
“Salí a las 10 de la noche para prever lo que suele pasar en Aduanas. Salí temprano para llegar temprano a la Aduana, y cuando llego, estaba en el lugar 15. Mi señora esposa, casada legalmente hace 30 años, daba señales de vida porque nos pidió tomar agua. Le puse un polerón porque hacía mucho frío en la cordillera”, expresó Edgardo Mella al Canal 7 Neuquén.
De acuerdo con su relato, no habría notado ningún síntoma que lo hiciera pensar que su mujer se encontraba en riesgo vital; simplemente pensó que tenía una descompensación: “Le tomo la mano y estaba calentita”.
“Entonces doy la vuelta en U para estacionarme, para que venga la ambulancia de Las Lajas a buscarla para hacer la autopsia. Esa fue mi intención. Nunca intenté pasar”, aseveró.
Visiblemente muy afectado, Mella afirmó que la policía de la frontera habría tenido un trato negligente con él al descubrir que tenía una orden de captura vigente, que más tarde, según su relato, resultó ser falsa.
"Después el comisario se retractó y dijo que no era una realidad. No tengo ningún antecedente", constató.