Las autoridades del estado de Florida (EE.UU.) ejecutarán este jueves a James Phillip Barnes, de 61 años, por el asesinato en 1997 de su esposa, a la que estranguló, y de otra mujer, una enfermera, años antes.
Barnes recibirá a las 18.00 hora local una inyección letal en la Prisión Estatal de Florida (FSP, en inglés) en Starke, en el condado de Bradford, tras rechazar la presentación de apelaciones e indicar su voluntad de que se le aplique la pena máxima.
De llevarse a cabo, la ejecución de Barnes será la quinta que se consuma en Florida en lo que va de año.
Barnes cumple cadena perpetua por el estrangulamiento de su esposa, Linda Barnes, de 44 años, cuando en 2005 escribió varias cartas desde la prisión a un fiscal estatal en las que se atribuía también la autoría del asesinato años antes de Patricia "Patsy" Miller, una enfermera que vivía en Melbourne, en la costa este de Florida.
En las vistas judiciales que se celebraron, Barnes se representó a sí mismo en los tribunales y se declaró culpable del asesinato en 1988 de Miller, que tenía 41 años cuando fue asesinada.
Según documentos judiciales, Barnes entró en el domicilio de Miller y, tras violarla, trató de estrangularla y luego le golpeó en la cabeza con un martillo, crimen del que se declaró culpable.
Las pruebas de ADN analizadas vincularon a Barnes con el asesinato de Miller y fue sentenciado a muerte el 13 de diciembre de 2007. En cuanto a su esposa, Linda, Barnes la mató en 1997 después de que ella descubriera que él traficaba con drogas. El cuerpo de la mujer fue hallado dentro de un armario y presentaba señales de estrangulamiento.
El estado de Florida ejecutó en junio pasado a Duane Owen, condenado a muerte por los asesinatos de dos mujeres en 1984, tras dos apelaciones de sus abogados para suspender la ejecución por problemas mentales graves, que fueron denegadas.
Era la cuarta ejecución del año y la número 103 desde que en 1976 se restableció la pena capital en Florida, donde actualmente hay 300 presos en el "corredor de la muerte", tres de ellos mujeres.
Desde 1973, más de 190 personas han sido liberadas del corredor de la muerte en EE.UU. por evidencias de su inocencia, siendo Florida, con 30 exonerados de la pena capital, el estado con mayor número, seguido de Illinois (22) y Texas (16).