La historia del jugador de fútbol americano Brian Banks dio la vuelta al mundo tras pasar casi 10 años en la cárcel por una presunta violación, la cual fue falsa.
Fue en el año 2002 cuando el deportista fue acusado de violación por una compañera de su escuela en California, Estados Unidos. Tenía 16 años y había sido contactado por un equipo profesional para ingresar al club en la universidad, pero la imputación arruinó sus planes.
Quien lo acusó fue Wanetta Gibson, una de sus compañeras de clase. La joven aseguró que Banks la había violado en una escalera vacía dentro del campus. El deportista fue detenido inmediatamente por las autoridades y fue llevado a juicio.
El adolescente tuvo que enfrentar la decisión de arriesgarse a ser condenado a 41 años de cárcel o aceptar un trato en el que tendría una pena menor pero admitiendo su culpabilidad. Asustado, el joven escogió la segunda opción: pasó 5 años en prisión y otros 5 de libertad condicional, además de quedar registrado como un delincuente sexual.
En tanto, Gibson denunció a la universidad por ser un "entorno no seguro" y el establecimiento debió pagarle 1,5 millones de dólares.
Falsa acusación
Casi una década después, en 2011, Wanetta pidió hablar con Banks para pedirle perdón por lo ocurrido. Brian no aceptó sus disculpas tras pasar casi 10 años de cárcel y le pidió que admitiera en un video que su acusación era falsa.
El caso se viralizó en Estados Unidos y gracias a un chat entre Banks y Gibson mediante Facebook se pudo comprobar que la denuncia había sido falsa. Por aquel motivo y algunas otras pruebas, Brian fue exonerado en 2012. Tras ello, la mujer decidió pedir disculpas en un video.
Al año siguiente, la justicia ordenó a Gibson devolver la indemnización de 1,5 millones de dólares, además de otros 1,1 millones en honorarios.
Luego de su liberación, Brian recibió ofertas de seis equipos de la NFL, pero dijo que necesitaba estar tranquilo por un tiempo. Un año después, comenzó a jugar por los Atlanta Falcons con un desempeño regular. Más tarde, trabajó por tres años en la NFL, en el área de comunicaciones. Luego, se dedicó a dar charlas sobre su caso, que llegó al cine con la película "Brian Banks, nunca es tarde".