Esta semana, arqueólogos de la ciudad de Eu, en Francia, encontraron una cápsula de tiempo de más de 200 años de antiguedad.
Arqueólogos encuentran cápsula de tiempo de hace 200 años
El hallazgo se hizo por el servicio arqueológico de la ciudad de Eu, liderado por Guillaume Blondel, quien desenterró el artefacto junto a un pequeño equipo de voluntarios del municipio francés.
Uno de los artículos redescubiertos por Blondel y su equipo fue un testimonio que el arqueólogo describió como "conmovedor y muy especial". Dentro de un tarro de cerámica, se encontró una pequeña botella de sal conteniendo dos monedas y un mensaje escrito a mano. Se trata de una "cápsula de tiempo" enterrada hace casi 200 años.
“Era el tipo de frasco que las mujeres solían usar alrededor de sus cuellos y que contenía sales aromáticas”, explicó Guillaume Blondel, quien dirige el servicio arqueológico de la ciudad de Eu, a medios franceses.
Dentro de la botella había un mensaje escrito en papel, enrolado y atado con una cuerda. En la página, que ha sobrevivido por casi dos siglos, se lee:
“P. J. Féret, natural de Dieppe, miembro de varias sociedades intelectuales, realizó excavaciones aquí en enero de 1825. Continúa sus investigaciones en esta vasta área conocida como el Cité de Limes o Campamento de César.”
Blondel destacó la rareza del hallazgos: “A veces se ven estas cápsulas de tiempo que dejan los carpinteros cuando construyen casas. Pero es muy raro en arqueología. La mayoría de los arqueólogos prefieren pensar que no habrá nadie que los persiga porque ya han hecho todo el trabajo”.
“Fue un momento absolutamente mágico”, expresó Blondel. “Sabíamos que había habido excavaciones aquí en el pasado, pero encontrar este mensaje de hace 200 años... Fue una sorpresa total”, añade.
Según indicó la prensa francesa, Féret era un distinguido local, y los registros municipales ratifican que realizó una primera excavación en el sitio hace 200 años.
El Pueblo Galo donde se encontró la cápsula de tiempo de hace dos siglos
La zona, conocida como el Campamento de César, se encuentra al borde de un acantilado, habiéndo sido un sitio fortificado de la época de la Galia. El renovado interés arqueológico en el sector se debe al peligro que tiene la zona causado por el declive de la costa. En términos simples, si no se investiga ahora, todo lo que esconde la tierra podría llevárselo el mar para siempre. Ya ha desaparecido una parte sustancial del oppidum -o aldea fortificada-.
Blondel explica que aún queda mucho por averiguar: “Sabíamos que era un pueblo galo. Lo que no sabemos es lo que pasó dentro del pueblo. ¿Era un lugar de importancia?” En la semana transcurrida desde que comenzó la excavación, se han descubierto varios artefactos que datan del período galo, en su mayoría piezas de cerámica de hace unos 2.000 años, con una peculiar excepción.