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EE.UU. deporta "por error" a hombre a cárcel de El Salvador: ahora no pueden devolverlo

"Fue un descuido y la expulsión se llevó a cabo de buena fe", explicó un funcionario de ICE.

EFE

Martes 1 de abril de 2025

El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos admitió que expulsó por error a un ciudadano salvadoreño al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador. 

En específico, se trata de Kilmer Armado Abrego-García, quien fue enviado al controvertido centro penitenciario en el marco de las deportaciones masivas del gobierno de Donald Trump, a pesar de que estaba de manera legal en el país. 

No obstante, tras la demanda interpuesta por la defensa del afectado, el Gobierno argumentó que, al no estar ya bajo custodia estadounidense, no se puede cursar una orden para que se le retorne a EE.UU.


Según los abogados de Abrego-García, residente en el condado de Prince George en Maryland, en 2019 un informante aseguró que era miembro de la banda criminal MS-13 (Mara Salvatrucha), y aunque inicialmente se decretó que podía ser deportado, tras solicitar asilo un juez concedió una suspensión de dicha orden.

Tras esto, funcionarios de ICE detuvieron el 12 de marzo al aludido, le explicaron que su estatus había cambiado y lo enviaron a un centro de detención en Texas, desde donde fue enviado en uno de los tres aviones que el pasado 15 de marzo transportaron a más de 200 venezolanos y decenas de salvadoreños al Cecot.

Al recibir la denuncia, un funcionario de ICE admitió ante el juez que la expulsión de Abrego-García "fue un error", aunque al mismo tiempo argumenta que las autoridades actuaron con "buena fe".

"Fue un descuido y la expulsión se llevó a cabo de buena fe con base en la existencia de una orden final de deportación y la supuesta membresía de Abrego-García en la MS-13", explicó. 

La defensa alega que el Gobierno estadounidense no ha podido presentar ninguna prueba de que Abrego-García fuera miembro de MS-13, mientras que ICE consideró ante el juez que al demandante se le dio la oportunidad de demostrar que no era un pandillero.