El presidente de Brasil, Lula da Silva, fue sometido a una intervención quirúrgica este martes para drenar una hemorragia intracraneal derivada tras una caída que sufrió el mandatario el pasado 19 de octubre, operación que se desarrolló sin mayores problemas.
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¿Qué es la hemorragia intracraneal?
La hemorragia/hematoma intracraneal ocurre tras la acumulación de sangre dentro del cráneo, de acuerdo a la información proporcionada por Mayo Clinic, la que se acumula en el tejido cerebral o debajo de los huesos craneales, y ejerce presión en el cerebro. Suele deberse a la ruptura de un vaso sanguíneo en la zona o un traumatismo por accidente o caída.
En un adulto mayor, incluso un traumatismo craneal leve puede causar una hemorragia. Esto es especialmente cierto si se está tomando medicamentos anticoagulantes o un medicamento antiplaquetario, como la aspirina.
Entre otras causas se encuentran:
- Mala conexión de las arterias y venas desde el nacimiento.
- Presión arterial alta.
- Tumores.
- Algunas enfermedades que pueden causar una fuga repentina de sangre al cerebro.
Síntomas de la hemorragia intracerebral
Los síntomas de una hemorragia intracraneal puede desarrollarse inmediatamente después de la lesión en la cabeza o puede tardar semanas o más en aparecer, a lo que se autodenomina como intervalo lúcido.
Sin embargo, con el tiempo la presión en el cerebro aumentado, ocasionando todos o algunos de los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza que empeora.
- Vómitos.
- Somnolencia y pérdida progresiva del conocimiento.
- Mareos.
- Confusión.
- Diferentes tamaños de pupilas.
- Dificultad para hablar.
- Pérdida del movimiento del lado opuesto del cuerpo donde se produjo la lesión.
- Sensación de somnolencia.
- Convulsiones.
- Pérdida del conocimiento.
¿Cuándo se debe consultar al médico?
La hemorragia intracraneal puede poner en riesgo la vida del afectado, según explica Mayo Clinic, por lo que se debe buscar atención médica de inmediato después de un golpe en la cabeza u otro de estos síntomas:
- Pérdida del conocimiento.
- Un dolor de cabeza intenso que no desaparece.
- Vómitos, debilidad, visión borrosa, problemas para mantenerse firme.
De no ver los síntomas inmediatamente luego de la caída o accidente, se debe vigilar los cambios físicos, mentales y emocionales.