Una vez más, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, debió enfrentar a los medios por el escándalo que sacudió a su partido de gobierno luego que en una reunión oficial fueran contratadas bailarinas eróticas.
La autoridad nipona calificó el hecho como "muy inapropiado y lamentable" luego que se filtrara que en la actividad las artistas habían sido obligadas a recibir propinas con sus bocas.
Además, Kishida lamentó lo ocurrido y que "el evento no se ajusta a la meta de diversidad en el gabinete".
"Lo que busca mi gabinete es una sociedad inclusiva donde todos sientan el significado de la vida con respeto a su dignidad y a su diversidad", detalló a los medios.
Y aclaró que dicha convención no se financió con el dinero de contribuyentes como se había filtrado en un comienzo.
El hecho ocurrió en noviembre durante una reunión del Partido Liberal Democrático y en imágenes filtradas se ven a mujeres en trajes de baño, bailando y sentadas en los regazos de los invitados.
Las bailarinas corresponden al grupo "Glamour Dancers" y recibieron la instrucción a utilizar sus bocas para recibir sus propinas en billetes.
Este hecho empaña los esfuerzo del partido político del primer ministro japones en incluir a más mujeres en sus filas, en un país donde los hombres dominan la escena política.