China informó este martes sobre el hallazgo de dispositivos sospechosos de espionaje, supuestamente empleados para recopilar datos en sus aguas territoriales.
Según un comunicado publicado hoy en la cuenta oficial del Ministerio de Seguridad del Estado en WeChat –una plataforma similar a WhatsApp, censurada en China–, los equipos confiscados actuaban como “vigilantes escondidos en el lecho marino, recopilando información hidrológica y datos sobre la actividad de buques".
"Otros dispositivos se desplazaban a la deriva, detectando en tiempo real las condiciones de las áreas marítimas", lo que, de acuerdo con las autoridades, "constituye una amenaza grave para la seguridad nacional".
El Ministerio subrayó que los océanos son "una nueva frontera de seguridad estratégica" y enfatizó que "cualquier actividad encubierta en esta área podría representar un riesgo significativo".
En su declaración, también alertó sobre el uso de estos equipos para “dirigir a submarinos extranjeros que intentan ocultar sus movimientos en nuestras aguas”.
El comunicado destacó la relevancia estratégica de los océanos para el desarrollo económico y la seguridad, subrayando que "China debe avanzar hacia el mar y acelerar la construcción de una potencia marítima".
Asimismo, la institución señaló que la cooperación internacional es fundamental para "prevenir y resolver riesgos en el entorno marítimo".
Estas advertencias se suman a otras realizadas recientemente por Pekín, como las relacionadas con el uso de la nube y las aplicaciones de citas, donde las autoridades chinas han expresado preocupaciones sobre potenciales infiltraciones extranjeras.
La cartera informa periódicamente de casos de espionaje, instando a la ciudadanía china a desconfiar de ofertas laborales o solicitudes de información sospechosas, especialmente provenientes de fuentes extranjeras, y a evitar compartir datos confidenciales en Internet.
El pasado verano, el Ministerio pidió la movilización de "toda la sociedad" para "prevenir y combatir el espionaje", y anunció una serie de medidas para "reforzar la defensa nacional" contra "las actividades de inteligencia extranjeras".
China reformó el año pasado su Ley Antiespionaje para incluir la "colaboración con organizaciones espías y sus agentes" en la categoría de espionaje.
Las investigaciones iniciadas en los últimos meses a consultoras y empresas extranjeras en China han sembrado la inquietud en el sector y en potenciales inversores foráneos.