La policía de la ciudad de Harbin, en la provincia nororiental china, anunció que busca a tres agentes de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, por su supuesta vinculación con ataques cibernéticos contra la infraestructura de la región.
Los agentes están siendo buscados por su supuesta implicación en una serie de ciberataques dirigidos contra infraestructuras clave relacionadas con la celebración de los Juegos Asiáticos de Invierno, que tuvieron lugar en Harbin el pasado febrero, recogió la agencia oficial Xinhua.
Los ataques respondían a una operación dividida en dos fases: una previa al evento, centrada en sistemas de gestión de inscripciones y desplazamientos, y otra durante la competición, con el objetivo de sabotear sistemas de distribución de información y alterar su funcionamiento.
Los presuntos atacantes habrían empleado múltiples organizaciones pantalla para adquirir direcciones IP en distintos países y alquilar de forma anónima servidores ubicados en diversas regiones de Europa y Asia, con el objetivo de ocultar el origen de sus acciones y proteger sus herramientas cibernéticas, según Xinhua.
Los técnicos descubrieron además el envío de paquetes de datos cifrados, de origen desconocido, hacia dispositivos específicos con sistema operativo Microsoft Windows en la región. Dichos paquetes se consideran intentos de activar posibles 'puertas traseras' previamente instaladas, recogió la agencia.
De forma paralela, se detectaron intentos de intrusión en infraestructuras clave de Heilongjiang, incluyendo sectores como energía, transporte, recursos hídricos, telecomunicaciones e instituciones de investigación en defensa, según Xinhua.
Además de los tres sospechosos, las autoridades identificaron la implicación de dos instituciones académicas estadounidenses, la Universidad de California y el Instituto Politécnico de Virginia, sin dar más detalles acerca de la naturaleza de su presunta vinculación con los ataques.
Paralelamente, al deterioro de las relaciones entre China y Estados Unidos en los últimos años, las dos potencias han vertido acusaciones mutuas de ciberataques.
A comienzos de este año, el Departamento del Tesoro estadounidense aseguró que un operativo de piratería informática patrocinado por China accedió a sus sistemas para robar documentos, algo negado por el gigante asiático.
Pekín ha pedido en numerosas ocasiones a Estados Unidos que "deje de usar la ciberseguridad para calumniar a China".