El número de muertos por las graves inundaciones que castigan desde hace una semana el sur de Brasil aumentó a 127 y el de damnificados a casi 2 millones, según el último boletín de la Defensa Civil.
De acuerdo con el organismo, la mayor tragedia climática en la historia de la región sur de Brasil también dejó 141 desaparecidos y 756 heridos.
La situación más dramática se vive en Río Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay y donde se han reportado al menos 126 fallecidos. La otra víctima se registró en el vecino estado de Santa Catarina.
La Defensa Civil informó igualmente que los trabajos de rescate, en los que participan 27.218 bomberos, militares y policías han permitido hasta ahora el rescate de 70.863 personas y de 9.984 animales.
Las devastadoras inundaciones destruyeron parte de algunas poblaciones; dejaron totalmente bajo las aguas a numerosos municipios y parcialmente a otros, como Porto Alegre, la capital regional, y dejaron un enorme rastro de destrucción.
Pese a que la prioridad son los rescates, las autoridades tuvieron que anunciar este viernes un refuerzo en la seguridad, pues ha habido casos de saqueos en algunas localidades e incluso agresiones sexuales en algunos albergues que acogen a las víctimas del desastre.
Una de las principales preocupaciones es el impacto económico que tendrá la tragedia, ya que Río Grande do Sul es un importante polo agropecuario del país y el mayor productor de arroz de Brasil.
La ya grave situación puede empeorar en los próximos días, para cuando se esperan nuevos temporales con precipitaciones, frío y fuertes rachas de viento.
La previsión del Gobierno es que las lluvias alcancen entre sábado y domingo un volumen de 115 milímetros, lo cual volverá a presionar el nivel de ríos que ya están desbordados, según el ministro de Información, Paulo Pimenta.