El lunes pasado un terremoto de 7.8 remeció a los habitantes de Turquía y Siria, provocando más de 23 mil personas fallecidas y miles de afectados.
En medio de la tragedia surgen historias realmente esperanzadoras de sobrevivientes que lo hicieron todo para aferrarse a la vida. Es el caso de Adnan, un joven que quedó atrapado bajo los escombros de un edificio en Turquía por más de tres días.
Su familia fue informada de que Adnan estaba vivo. Al salir el joven dijo a los rescatista que había bebido su orina para seguir existiendo.
“Fui al baño y me bebí mi propia orina para sobrevivir. Pude sobrevivir de esa manera, gracias a Dios”, indicó.
Revisa el emocionante registro del rescate que publicó el diario español El Mundo.