Australia elevó su tope de inmigrantes cualificados permanentes a 195.000 en el presente año fiscal, con el fin de frenar la escasez de trabajadores en sectores claves para la economía del país oceánico, según anunció este viernes la ministra del Interior, Claire O'Neil.
La medida supone que Australia recibirá este año, que abarca entre el 1 de julio pasado y el 30 de junio del 2023, unos 35.000 inmigrantes cualificados permanentes más que la cifra fijada anteriormente, que era de 160.000.
"Esto puede significar que más enfermeras y miles de ingenieros más vengan a afincarse en nuestro país este año", señaló O'Neil en la Cumbre de Empleo y Cualificaciones, que fue organizada en Camberra por el Gobierno del laborista Anthony Albanese.
La falta de inmigrantes, que trabajan en sectores como la hostería o la sanidad, la recogida de frutas en las zonas rurales o el cuidado de ancianos, ha creado una fuerte escasez de trabajadores y ha impactado en el crecimiento demográfico de Australia, donde uno de los problemas crecientes es el envejecimiento de la población.
Australia, con un 3,4% de desempleo -la tasa más baja en casi medio siglo-, solía recibir a unos 190.000 inmigrantes permanentes en la década pasada, pero el gobierno conservador redujo la cifra a unos 160.000 antes de la pandemia debido a los problemas que se registraban en las grandes ciudades como Sídney y Melbourne en el acceso a los servicios y la vivienda.