Las autoridades de Australia emitieron alertas de incendios en varias localidades del sureste del país, a raíz de una ola de calor que elevará los termómetros a temperaturas récord de hasta 47 grados.
"(Se pronostica) una fuerte ola de calor y peligro extremo de incendios en gran parte del país en los próximos días", dijo el experto de la Oficina de Meteorología de Australia (BOM, en inglés), Dean Narramore, la víspera en un video publicado en X.
El meteorólogo también explicó que en el sur de Australia existe la posibilidad de que se produzcan incendios "incontrolables" e "incontenibles".
Según los pronósticos del BOM, en el estado meriodional de Victoria, el segundo más poblado, la localidad de Mildura, a 540 kilómetros al noroeste de Melbourne, experimentará hasta una máxima de 46 grados, en una jornada en la que los bomberos han declarado una "prohibición total" de encender fuego al aire libre.
La ciudad de Melbourne también vivirá un día de récord: 41 grados, el más caluroso desde 2020, de acuerdo a las autoridades del país, que pronostican que Sídney tendrá una temperatura similar, especialmente en sus barrios del oeste.
Asimismo, en el estado suroriental de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, la jornada será de "calurosa a muy calurosa", con temperaturas de 47 grados en las localidades de Wilcannia y Ivanhoe, a más de 840 kilómetros al oeste de Sídney.
En esa jurisdicción, los servicios de bomberos fijaron en "alta" la alerta de incendios en las zonas de interior.
En otras partes del territorio continental australiano, las temperaturas y alertas varían entre moderada a alta, con máximos de hasta 45 grados.
La ola de calor se irá apaciguando en intensidad en los próximos días en el sur y este de Australia, que generalmente registra una máxima de 30 grados en diciembre, aunque durante el verano austral viva una temporada muy calurosa.
La temporada de incendios en Australia varía según la zona y las condiciones meteorológicas, aunque generalmente se registran en el verano austral, entre los meses de diciembre y marzo.
Entre 2019 y 2020, durante el bautizado como 'Verano Negro', al menos 33 personas perdieron la vida por los incendios que asolaron gran parte de Victoria y Nueva Gales del Sur, que afectaron a millones de animales, calcinaron unas 3.000 viviendas y quemaron unos 180.000 kilómetros cuadrados de terreno.