El Parlamento de Australia debate multas de hasta 32,2 millones de dólares (30,7 millones de euros) para las gigantes tecnológicas como Meta o X que permitan la creación de cuentas a menores de 16 años, según un proyecto de ley presentado este jueves.
El Proyecto de Enmienda de la Seguridad en Línea sobre la Edad Mínima en las Redes Sociales de 2024, que modificará la Ley de Seguridad en Línea de 2021, ha sido impulsado por el Gobierno australiano en su intento de mitigar los problemas de salud mental de los niños y adolescentes.
"El proyecto de ley hace recaer en las plataformas de medios sociales, y no en los padres o los jóvenes, la responsabilidad de tomar medidas razonables para garantizar que se aplican las protecciones fundamentales", dijo la ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland.
Al presentar el proyecto de ley ante el Parlamento de Camberra, Rowland insistió que se trata de "proteger a los jóvenes, no de castigarlos o aislarlos".
El Gobierno del laborista Anthony Albanese explicó en un memorando explicativo, publicado en el portal del Parlamento, las sanciones a las que se enfrentarán las plataformas digitales que incumplan las restricciones de edad de los usuarios que tengan una cuenta, según la propuesta de ley.
Las multas oscilarán entre los 9,9 millones de dólares australianos (6,4 millones de dólares o 6,1 millones de euros) hasta los 49.5 millones de dólares australianos (32,2 millones de dólares o 30,7 millones de euros), según el documento.
El proyecto de ley no excluye a los menores de 16 años que ya tienen cuentas en las redes sociales ni a los que cuentan con el consentimiento de los padres, aunque no contempla sanciones para los usuarios ni los padres.
La legislación afectará a redes sociales como Instagram, TikTok, Facebook, X y Snapchat, aunque contempla excepciones a plataformas como YouTube y a las centradas salud y educación, además de las de mensajería y juegos en línea.
La ministra justificó estas excepciones porque estas plataformas, consideradas de bajo riesgo, no están sujetas a una "(fuerte) selección algorítmica de contenidos ni a la manipulación psicológica fomentar una participación infinita".
La iniciativa de Australia se enmarca dentro de las preocupaciones en muchos países como España, que fijó la edad mínima para acceder a una red social a los 14 años -aunque prevé elevarla a los 16-, ante los riesgos contra la intimidad, las coacciones, amenazas y estafas informáticas en las redes.