Las autoridades de Corea del Sur detuvieron presidente destituido Yoon Suk-yeol tras su prolongado intento de acceder a su residencia y después de que el mandatario aceptara comparecer ante la oficina anticorrupción que lo investiga.
En medio de un segundo intento de arresto fue en el domicilio de Yoon, donde la policía logró la captura usando escaleras y negociando con representantes del mandatario para ejecutar la orden.
Cabe destacar que el presidente Yoon decidió entregarse tras cargos que se le acusan por corrupción y su imposición de la ley marcial decretada en diciembre del año pasado.
"El presidente Yoon ha decidido comparecer personalmente ante la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO)", señaló el equipo legal después del arresto del mandatario.
A raíz de su detención, la policía ha desplegado más de 3.000 efectivos y realizó despliegues en la zona, donde emitió sucesivos mensajes por megafonía para advertir a quienes impidieran la ejecución de la orden de arresto que podrían ser detenidos por obstrucción de la ley.
Además, unos 6.500 partidarios de Yoon se congregaron también en torno al recinto, mientras que una treintena de parlamentarios del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) se desplazaron a las afueras de la residencia presidencial para protestar contra la orden de arresto.