Un acuerdo para reanudar las exportaciones de cereales de Ucrania ahora pende de un hilo.
La causa: un ataque con misiles en el puerto de Odesa horas después de alcanzar el pacto con Rusia.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, acusó este sábado al Kremlin de "barbarie" y dijo que ilustra cómo no se puede confiar en que el gobierno ruso se ciña al acuerdo, mientras que Moscú no comentó sobre el ataque.
Zelensky prometió hacer todo lo posible para adquirir sistemas de defensa aérea capaces de derribar tales misiles en el futuro.
Ucrania es un importante exportador de cereales, pero debido a la guerra, alrededor de 20 millones de toneladas quedaron atrapadas en sus puertos y no pueden salir debido a las fuerzas rusas.
Esto ha provocado escasez de alimentos y aumentos de precios en África, que generalmente depende de Ucrania y Rusia para el trigo.
Según el acuerdo del viernes, Rusia se comprometió a no apuntar a los puertos mientras los envíos de granos estuvieran en tránsito.
Pero solo unas horas después de la firma del acuerdo, dos misiles Kalibr impactaron en el puerto de Odesa, según el centro de comando del sur del ejército ucraniano. Otros dos misiles fueron derribados por los sistemas de defensa aérea, agregó.
El ataque no causó daños significativos al puerto, dijo el centro de comando.
El incidente fue ampliamente condenado. El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, acusó a Rusia de empeorar una crisis alimentaria mundial y dijo que el ataque arrojaba "serias dudas" sobre la credibilidad del compromiso de Rusia con el pacto.
"Rusia debe detener su agresión e implementar completamente el acuerdo de granos que acordó", dijo el sábado.
El gobierno turco, que negoció el acuerdo, dijo que los funcionarios rusos negaron su responsabilidad.
"En nuestro contacto con Rusia nos dijeron que no tenían absolutamente nada que ver con este ataque y que estaban examinando el tema muy de cerca y en detalle", dijo el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar.
El viernes, funcionarios de Kyiv y Moscú firmaron un acuerdo para permitir la exportación de millones de toneladas de granos atrapados en Ucrania.
El acuerdo fue aclamado como un "faro de esperanza" por la ONU después de meses de lucha.
Tiene una duración de 120 días, con un centro de coordinación y monitoreo que se establecerá en Estambul integrado por funcionarios de la ONU, turcos, rusos y ucranianos. Puede renovarse si ambas partes están de acuerdo.
Condena internacional
El jefe de asuntos exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo que el ataque a Odesa había demostrado el "total desprecio" de Rusia por el derecho internacional.
"Golpear un objetivo crucial para la exportación de granos un día después de la firma de los acuerdos de Estambul es particularmente reprobable", tuiteó, y agregó que la UE "condena enérgicamente" el ataque.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el ataque y dijo que era imperativa la implementación total del acuerdo de granos.
Paul Adams, periodista de la BBC en Kyiv, dice que es tentador ver el ataque a Odesa como un intento de arruinar el negocio de los cereales.
Pero agrega que eso parece ir en contra de las declaraciones del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, de que las responsabilidades de Rusia estaban claramente establecidas.
En los últimos combates sobre el terreno, los funcionarios de defensa británicos dijeron que las tropas rusas en la región de Jersón corrían el riesgo de que las fuerzas ucranianas cortaran sus líneas de suministro.
Las fuerzas ucranianas han utilizado nuevos sistemas de misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos para apuntar al puente Antonovsky en Jersón.
Si el puente fuera destruido, las líneas de suministro rusas quedarían muy comprometidas.
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