Nacida en Madrid en 1946, Paredes empezó a actuar a la edad de 14 y apareció en más de 75 películas y en numerosas piezas teatrales durante su ilustre carrera.
Tras estudiar en la Escuela de Arte Dramático de Madrid, su debut en el cine fue en 1960 con la película "Esta noche tampoco" y poco después se inició en el teatro y luego la televisión.
Considerada una de las actrices más importantes de su generación, alcanzó la fama internacional gracias, en parte, a sus actuaciones en seis largometrajes de Pedro Almodóvar.
Su primera actuación con Almodóvar fue en 1983 en el filme "Entre tinieblas". Posteriormente trabajaron juntos en "Tacones lejanos", "La flor de mi secreto", "Todo sobre mi madre", "Hable con ella" y, finalmente en 2010 en "La piel que habito", su última colaboración.
Tan asociada está su carrera con el cineasta manchego que se la llegó a conocer como una "chica Almodóvar".
Pero Paredes también trabajó con otros destacados directores internacionales. Particularmente con el italiano Roberto Benigni en la galardonada tragicómica película sobre la Segunda Guerra Mundial "La vida es bella" y luego con el mexicano Guillermo del Toro en "El espinazo del diablo".
Otros realizadores con los que trabajó incluyen al chileno radicado en París Raúl Ruiz Pino, Arturo Ripstein, Amos Gitai y Fernando Trueba.
Fue además presidenta de la Academia del Cine Español, entre 2000 y 2003, durante un período muy polémico de la institución, cuando los profesionales de la industria cinematográfica se opusieron vociferantemente contra la Guerra de Irak.
Recibió múltiples galardones a lo largo de su carrera como Fotogramas de Plata a la mejor actriz de cine en 1991, el Premio Nacional de Cinematografía en 1996, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2007 y el Premio Goya de Honor en 2018.
"El cine español ha perdido a una de sus actrices más emblemáticas, Marisa Paredes, que deja tras de sí una larga carrera en la que el público pudo verla más de 75 veces en la gran pantalla", dijo la Academia de Cine Española en X.