Los jefes de los servicios de emergencias de Reino Unido se disculparon con la familia de un hombre que murió producto de un ataque al corazón y cuyas llamadas de auxilio no respondieron.
Martin Clark, de 68 años, comenzó a sufrir dolores en el pecho en su casa en el condado inglés de East Sussex (unos 52 kilómetros al este de Londres) el 18 de noviembre, antes de que comenzaran unas huelgas en el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés).
Su familia llamó por teléfono tres veces a una ambulancia y después de esperar 45 minutos lo llevaron en su automóvil al hospital más cercano. Sin embargo, murió poco después de llegar al centro sanitario.
El caso ha salido a la luz después de que se conocieran las últimas cifras que revelan el empeoramiento dramático en los tiempos de espera en el NHS.
Datos alarmantes
Las estadísticas oficiales indican que para diciembre, solamente en Inglaterra, los pacientes debieron esperar más de una hora y media, en promedio, para que los paramédicos atendieran sus llamadas por ataques cardíacos y otras emergencias. Un tiempo que es cinco veces superior a lo fijado en los objetivos de la sanidad pública.
Asimismo, los teleoperadores del servicio de emergencia se demoraron cerca de 11 minutos en responder llamadas urgentes, como las relacionadas con paros cardíacos. Un tiempo que es cuatro minutos más de lo que deberían.
Las estadísticas oficiales también revelaron que los pacientes que llegaron a las emergencias hospitalarias debieron aguardar más de cuatro horas para ser vistos por un médico.
Y, por último, uno de cada siete pacientes tuvo esperar más de 12 horas por una cama cuando fueron admitidos en un centro de salud.
"Las presiones sobre el NHS en este momento son intolerables, y los pacientes pagan el precio", dijo Louise Ansari, directora nacional del grupo de pacientes de Healthwatch England.
"Estaba llorando de dolor"
La esposa de Clark, Ann, dijo que la espera por la ambulancia fue insoportable.
Relató que su marido, padre de cinco hijos, estuvo llorando de dolor y en un momento escribió una nota con el siguiente mensaje: "No creo que lo logre. Te amo".
Cuando llegaron al hospital, Clark sufrió un paro cardíaco y, a pesar de recibir atención médica, murió.
La viuda le dijo al programa Breakfast de la BBC que constantemente se pregunta qué habría pasado si una ambulancia hubiera llegado a tiempo.
Su esposo había tenido presión arterial alta, pero se había mantenido "en forma".
"No bebía. No fumaba. Caminaba todos los días. Ese día, estaba afuera con una motosierra, cortando el seto", narró.
"Lo abandonaron. Deberían haber venido", dijo en relación a los servicios de emergencia.
"El NHS está roto. Todos tenemos miedo de enfermarnos, porque no sabemos a dónde podemos acudir. Algo debe cambiar: habrá tantas muertes debido a esto. Es terrible", agregó.
La secuencia de los hechos
- 4:58 PM- Ann Clark llama al número de emergencias británico 999.
- 5:30 PM - La mujer realizada una segunda llamada al 999 y deja en claro que la condición de su esposo ha empeorado.
- 5:45 PM - Clark realiza una tercera llamada al 999 y la familia anuncia que llevarán ellos mismos al hombre al hospital. "No recomendamos que hagan eso", fue la respuesta del teleoperador.
- 5:55 y 6:01 PM - El servicio de ambulancias llama al teléfono de la casa de los Clark, pero la familia ya se ha ido al hospital, y deja un mensaje de voz diciendo que todavía no han encontrado una ambulancia disponible.
"Lamentamos mucho no haber podido brindar una respuesta oportuna al señor Clark. Nuestros pensamientos están con su familia. Investigaremos lo ocurrido", fue la respuesta que el Servicio de Ambulancias del Sureste ha dado al caso.
"Estamos trabajando arduamente para responder a todos los que nos necesitan lo más rápido posible mientras nuestros servicios siguen bajo una presión significativa", agregaron.
La División de Investigaciones de Seguridad de la Atención Médica, instancia encargada de investigar los incidentes en la sanidad pública, advirtió recientemente sobre el peligro que corren los pacientes ante los retrasos de las ambulancias.
Uno de los problemas más acuciantes que enfrentan los servicios de emergencias son las largas demoras en las salas de emergencias.
El traspaso de pacientes debe realizarse en 15 minutos, pero en noviembre, un tercio de estos procedimientos tomó más de 30 minutos. Y a fines de diciembre, esto aumentó más del 40%.
Los sindicatos sostienen que la seguridad del paciente es una de las principales razones por las que el personal de las ambulancias viene realizando huelgas.
El miércoles se produjo la segunda jornada de paralizaciones de los paramédicos en Inglaterra y Gales.
"Los retrasos no pueden ser la nueva normalidad"
La doctora Sonya Babu-Narayan, de la Fundación Británica del Corazón (BHF, por sus siglas en inglés), dijo que casos como el de los Clarks eran "increíblemente angustiosos".
"La diferencia entre la vida y la muerte puede ser cuestión de minutos cuando alguien sufre un ataque al corazón o un derrame cerebral", explicó.
"Las demoras extremas en la atención de una emergencia cardíaca y de los accidentes cerebrovasculares no pueden convertirse en una nueva normalidad", reclamó.
Babu-Narayan admitió que el personal médico "está haciendo todo lo que puede". Sin embargo, indicó que no hay suficientes manos y "muchos trabajarán en condiciones difíciles, sin instalaciones adecuadas para su propósito".
"No hay soluciones fáciles, pero hay una forma de salir de esta crisis: que el NHS obtenga la inversión significativa que necesita para abordar las grandes listas de espera de pacientes con problemas cardíacos", señaló.
"También es vital que volvamos a encarrilar la prevención para evitar que ocurran ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en primer lugar", agregó.
El Ministerio británico de Salud y Atención Social, por su parte, rechazó realizar comentarios sobre el caso de Martin Clark, alegando que no podía referirse sobre casos individuales. No obstante, admitió que la sanidad pública vienen enfrentando serias presiones después de la pandemia del covid-19.
Por último, el organismo gubernamental aseguró que estaba "trabajando incansablemente" para garantizar que las personas recibieran la atención que necesitaban y como prueba mencionó la inyección de US$ 911 millones adicionales para aumentar el número de camas de hospital disponibles y reducir los retrasos en las emergencias.