El Departamento de Defensa de EE.UU. informó este martes que enviará a 1.500 soldados a la frontera sur del país ante la esperada llegada de una nueva ola de migrantes.
Los refuerzos se unirán a los 2.500 miembros de la Guardia Nacional ya desplegados en la frontera en apoyo al trabajo de los agentes fronterizos.
Una medida adoptada durante la presidencia de Donald Trump (2017-2021) que le otorga al gobierno el poder de expulsar automáticamente a los migrantes indocumentados -conocida como título 42-, expirará el 11 de mayo.
Se espera que con el fin del Título 42 haya un aumento en el número de migrantes que intentan llegar a EE.UU. por la frontera sur.
Apoyo a la patrulla fronteriza
Los militares adicionales se mantendrán en la frontera por 90 días para "complementar" el trabajo de los agentes de la Patrulla Fronteriza de EE.UU.
Un funcionario del gobierno estadounidense dijo que no van a llevar a cabo ningún tipo de labor de aplicación de la ley sino que van a ayudar con labores tales como transporte, detección de narcóticos, gestión de datos y apoyo en almacenes.
El Departamento de Defensa dijo que los soldados adicionales van a cubrir "vacíos críticos de capacidad".
El despliegue tiene como objetivo aliviar la creciente presión sobre los agentes fronterizos, mientras se preparan para un marcado aumento en la cantidad de migrantes en la frontera.
Cifras en aumento
El número de migrantes que cruzaron ilegalmente a EE.UU. durante el año fiscal 2021 fue el más alto registrado desde al menos 1960. El año pasado, ese número superó los 2,76 millones, otro récord.
Troy Miller, funcionario principal de la Patrulla Fronteriza, le dijo en el Congreso estadounidense el mes pasado que su agencia se estaba preparando para que más de 10.000 migrantes crucen la frontera cada día después de que expire el Título 42, más del doble del promedio diario en marzo.
El Título 42 -que se implementó a principios de 2020, al inicio de la pandemia de covid-19-, le permitió al gobierno de EE.UU. expulsar rápidamente a los migrantes que intentaban cruzar su frontera con México, incluyendo a los solicitantes de asilo, con la intención declarada de evitar que el coronavirus se propagara en EE.UU.
La administración del presidente Joe Biden ha presentado un plan que haría más difícil que los migrantes soliciten asilo en el país, requiriéndoles a los solicitantes adultos que usen una aplicación para programar una cita con funcionarios estadounidenses de inmigración o que primero pidan asilo en otro país antes de llegar a EE.UU.
La aplicación, conocida como CBP One, se lanzó en enero y se mantendrá independientemente de lo que pase con el Título 42.
El incumplimiento del uso de la aplicación hará que los migrantes pierdan su elegibilidad si llegan a la frontera y permite la deportación rápida de personas indocumentadas. El plan y la deportación acelerada de algunos migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, provocaron las críticas de algunos grupos de derechos humanos.
El mes pasado, la Casa Blanca también anunció que establecería centros de procesamiento de migrantes en varios países de América Latina, en otro esfuerzo para reducir el número de indocumentados que cruzan hacia EE.UU.
Los centros, con ubicaciones iniciales en Colombia y Guatemala, examinarán a los migrantes y determinarán si califican para entrar a EE.UU.
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