"Ve al campo de batalla con la firme seguridad de la victoria y volverás a casa sin heridas".
Cuando Uesugi Kenshin, uno de los caudillos militares que vivieron en Japón en el siglo XVI, pronunció esta frase jamás se imaginó que los ejércitos tuvieran que medirse más cerca de las nubes que del mar y con hasta 15 metros de nieve a su alrededor. Precisamente esto es lo que vienen haciendo desde hace casi cuatro décadas miles de soldados de India y de Pakistán en el glaciar de Siachen, el cual es considerado como el escenario bélico más alto del mundo.
Con sus 6.700 metros de altura, el glaciar ubicado al norte de la disputada Cachemira puede ser mortal, pero no por la cantidad de hombres armados hasta los dientes que está estacionados en sus laderas y valles, sino por las condiciones climáticas y orográficas.
Desde que el 13 de abril de 1984 las tropas indias arrebataron a las pakistaníes el control del territorio, en un breve enfrentamiento armado, miles de uniformados de ambos bandos han encontrado la muerte por las gélidas temperaturas, al ser arrastrados por avalanchas o por precipitarse a través de grietas en el terreno.
Y como si lo anterior no fuera suficiente, los cadáveres de muchos de los caídos no han sido recuperados y continúan desaparecidos.
De vuelta a casa, por fin
Esta semana una unidad del ejército indio que está desplegada en la zona encontró los cuerpos de dos soldados, uno de los cuales corresponde al de un militar del que se perdió el rastro hace 38 años. El otro cadáver todavía no ha sido identificado.
Las autoridades informaron que hallaron los restos de Chandrashekhar Harbola, quien en 1984 quedó atrapado, junto a 19 compañeros, en una avalancha mientras patrullaba el glaciar, reseñó la agencia de noticias PTI.
En su momento se recuperaron 15 de cadáveres, pero cinco no fueron encontrados.
Familiares del soldado Harbola, quienes viven en el estado himalayo de Uttarakhand, fronterizo con China, dijeron que el hallazgo les permitiría dar cierre a la trágica pérdida de su ser querido. Por su parte, en el pueblo natal del uniformado se celebró este miércoles un funeral con todos los honores militaresy al que asistieron altas funcionarios de la región, reportó la prensa local.
Los medios indios también han publicado que Harbola ni siquiera debía formar parte de la patrulla que desapareció en la avalancha, sino que su hombre fue incluido a última hora por uno de los comandantes militares. ¿La razón? Otro soldado se enfermó y el fallecido uniformado lo reemplazó, publicó el diario "The Times of India".
No es el primero
El caso de Harbola no es único. En 2014 otra patrulla encontró el cuerpo de Tukaram Patil, quien fue declarado desaparecido 21 años antes en las montañas.
Hasta 2017 India y Pakistán habían reconocido la muerte de 2.500 soldados en la zona, desde que estalló el conflicto hace 38 años. Sin embargo, extraoficialmente algunos sitúan las bajas entre 3.000 y 5.000.
Alrededor del 70% de las bajas se han producido debido a la dureza del clima y del terreno, pues desde que en 2003 los gobiernos de Nueva Delhi e Islamabad firmaron un alto al fuego y gracias a este acuerdo no se han registrado combates entre sus ejércitos.
"El mayor enemigo de los soldados es la naturaleza: el clima gélido y la falta de oxígeno, no las tropas que están estacionadas frente a ellos", afirmó a la BBC un médico y veterano del ejército pakistaní, en una entrevista publicada hace cinco años.
En Siachen la temperatura media es de 20 grados bajo cero durante todo el año, pero en invierno desciende hasta menos 50 grados. A lo anterior hay que sumar la falta de oxígen que hace que respirar sea muy complicado.
El 7 de abril de 2012, se registró el peor incidente hasta el momento. Ese día 140 efectivos de la Infantería Ligera del Norte de Pakistán quedaron sepultados por una avalancha. Hielo y rocas engulleron el cuartel general de la unidad, ubicado en el sector de Gayari del ejército pakistaní, a 32 kilómetros al oeste de Siachen.
Un año después las fuerzas indias corrieron una suerte similar, cuando una enorme pared de hielo se desprendió sobre un puesto indio. Las autoridades confirmaron que nueve soldados fallecieron en el hecho.
Sin señales de distensión
Las conversaciones que en los últimos años India y Pakistán han mantenido para desmilitarizar la zona y terminar de delimitar la frontera común no han rendido frutos y, por ello, miles de soldados siguen destacados en la zona. Esto, a pesar de que tareas rutinarias como ir al baño, cepillarse los dientes o comer pueden resultar mortales para los soldados debido a lo hostil del entorno.
A lo anterior hay que sumar el costo económico, en 2014 la BBC reportó que el Ejército indio gastaba alrededor de un millón de dólares diarios en abastecer a sus tropas en el Siachen.
No obstante, el enorme coste económico las autoridades de Nueva Delhi parecen poco dispuestas a ceder el estratégico territorio, desde donde pueden amenazar las posiciones de su vecino en zonas más bajas y en partes de la disputada Cachemira.
En abril de 1984 India lanzó la Operación Meghdoot, con la cual se hizo con el glaciar y puso fin a los intentos que Pakistán puso en marcha en los años 70 por ocuparlo.
Las fuerzas armadas pakistaníes, por su parte, han tratado de recuperar por la fuerza la zona en varias ocasiones en los años posteriores, pero todos los intentos fracasaron. Unas las fallidas operaciones la condujo un entonces joven oficial llamado Pervez Musharraf, quien se convirtió en 2001 se presidente del país asiático tras encabezar un golpe de Estado.
India y Pakistán, ambos dotados con armas nucleares, han mantenido dos conflictos bélicos por el control de Cachemira desde que se independizaron de Reino Unido en 1947.
Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.