Están desesperados. Los familiares de latinoamericanos desaparecidos durante el ataque del grupo militante palestino Hamás a Israel el sábado están agotando todos los esfuerzos para encontrar a sus seres queridos.
No aparecen, hasta ahora, ni en los hospitales ni en las listas de fallecidos.
Con cientos de muertos y miles de heridos tras el ataque de Hamás y la respuesta de Israel, el grupo militante palestino asegura que tiene en su poder a más de 100 rehenes.
Mientras pasan las horas y crece la contraofensiva israelí en Gaza, el brazo armado de Hamas, las brigadas Al-Qassam, anunció este lunes que "comenzará a ejecutar a un civil israelí cautivo por cada nuevo bombardeo que haga Israel a casas de civiles sin previo aviso".
Según la información entregada por el gobierno argentino, hay más de una decena de ciudadanos desaparecidos y al menos siete muertos.
Los gobiernos de México, Brasil, Perú y Chile informaron también sobre ciudadanos desaparecidos que se encontraban en Israel cuando se produjo el ataque, el episodio más violento en la región en los últimos 50 años.
Cientos de personas alrededor del mundo viven horas de angustia tratando de encontrar a sus familiares.
Uno de ellos es el argentino Itzik Horn, cuyos hijos, Lair y Eitan, no han sido localizados desde el sábado.
Horn piensa que sus hijos fueron tomados como rehenes por los militantes de Hamás.
"Entraron casa por casa en el kibutz (comuna agrícola) donde vive mi hijo mayor. A los que se pudieron llevar se los llevaron y a los que no, los mataron", le dijo a BBC Mundo desde la ciudad de Sderot, a un kilómetro de la frontera con Gaza.
Su hijo menor estaba de visita en la casa de Lair cuando se produjo el sorpresivo asalto. Como no contestaban el teléfono y nadie en la comunidad sabía dónde estaban, su padre comenzó la búsqueda.
"Mis hijos no aparecen. En los hospitales no están, en la lista de muertos no están. Creo que fueron secuestrados".
Tampoco se encontraron pruebas de violencia en la casa. “No hay sangre en el piso ni nada”, señal que le reafirma su convicción de que son rehenes.
"Estoy dispuesto a que me llamen de Hamás para decirme que tienen a mis hijos. Quiero saber que están vivos".
“Papi, papi estamos en guerra”
Cerca de 260 cadáveres fueron encontrados en el lugar donde se celebraba una fiesta electrónica junto a la frontera con Gaza.
En esa fiesta estaba una pareja de colombianos que permanece desaparecida. Se trata de Ivonne Rubio (26) y Antonio Macías (27). El padre de Ivonne, Julio Rubio, dijo que la familia tiene “el corazón roto”.
"Mi hija me llamó y me dijo: ‘Papi, papi estamos en guerra’. Fue la última vez que hablé con ella".
"No sabes lo que es vivir con la incertidumbre de no saber dónde está tu niña", coment en diálogo con BBC Mundo desde Jerusalén.
"Eran jóvenes que estaban en una fiesta, no tenían nada que ver, no tenían por qué ser atacados vilmente de esa manera. Les dispararon a todos, dejaron cientos de cadáveres y muchos fueron tomados como rehenes”, agregó.
Otro joven que estaba con la pareja fue encontrado en un hospital, cuenta Rubio, pero hasta ahora no ha podido entregar un testimonio coherente porque está profundamente traumatizado.
"Hay amigos de mis hijas que están muertos"
Una de las ciudades conmocionadas por el ataque de Hamás fue Ascalón, ubicada a apenas 20 kilómetros de la barrera que separa a Israel con la Franja de Gaza, donde reside parte de la comunidad latinoamericana.
Allí vive Ana Harari, una colombiana que se mudó a Israel hace más de 30 años y que trabaja en una empresa dedicada a diseñar objetos para asistir a personas con discapacidades físicas.
Harari conversó por teléfono con BBC Mundo desde Ascalón sobre cómo ocurrió el ataque. Dos días después, dice, aún no sabe qué está ocurriendo en las calles de su ciudad.
“No sabemos si hay terroristas en las calles todavía, no sabemos qué nivel de control tiene el gobierno del territorio. Todo el tiempo estamos escuchando explosiones y las sirenas que nos avisan de los misiles”, relató mientras de fondo se podían escuchar algunas explosiones.
“Hay amigos de mis hijas que están muertos y desaparecidos. Compañeros soldados de mi hijo, que acaba de terminar de prestar el servicio militar, también muertos. Es un horror lo que estamos viviendo”.
"No sabemos si van a entrar a nuestras casas y nos van a matar"
Hace un año, Harari, quien nació en el municipio colombiano de Garzón, decidió mudarse a Ascalón, una ciudad de 132.000 habitantes ubicada sobre la costa israelí en el Mediterráneo.
"Como estamos tan cerca de Gaza, pues somos la primera ciudad donde llegan los misiles cuando Hamás ataca", dijo.
Y el de este sábado parecía uno más entre los ataques que venían ocurriendo en los últimos años. Sin embargo, pronto se dio cuenta que algo no estaba bien.
"El ataque se prolongó mucho más. Y comenzamos a escuchar que había infiltraciones de terroristas por tierra. Y por agua, además de los bombardeos".
Harari cuenta que pronto comenzó a escuchar cómo los misiles pasaban por encima de su casa. Y después comenzaron a impactar cerca de su casa.
"Destruyeron mi carro, el de los vecinos... Las casas de otras personas que conozco que viven cerca sufrieron serios daños", dijo.
Sin vehículo no podía escapar, por lo que tuvo que permanecer en su refugio sin agua ni suministros durante dos días.
"Es un horror lo que estamos viviendo. No sabemos si van a entrar a nuestras casas y nos van a matar como lo hicieron en otras partes", relató.
Otra residente cerca de la Franja es Jessica Sharon, ciudadana argentina que reside en la localidad de Beit Oved.
Sharon se instaló en Israel hace 20 años y se convirtió en artista plástica y maestra de pintura.
Está intentando sacar a su hijo de 11 años del país, pero la situación es crítica.
"Estamos escuchando que hay ataques en el norte. Estamos encerrados acá y yo solo quiero irme (del país), porque la situación se va a poner peor", aventuró.