En el ámbito empresarial, las organizaciones buscan personal que, más allá de tener habilidades técnicas y profesionales, tengan habilidades que se desarrollan a lo largo de su vida, llamadas habilidades blandas o soft skills (en inglés).
Se trata de una serie de atributos personales que permiten a las personas colaborar y relacionarse de manera exitosa con los demás. Están estrechamente relacionados con el comportamiento humano y la inteligencia emocional, lo que permite a los ejecutivos, líderes o administradores de empresas manejar sus propias emociones e incidir de forma positiva en las personas, y evitar ser un líder que pueda opacar el desempeño profesional.
Estas habilidades son difíciles de medir, pero su impacto y beneficios son reales en las empresas.
Al fin y al cabo el mundo empresarial está sujeto a un constante cambio y necesidad de adaptación a la demanda del mercado.
Habilidades blandas en la búsqueda de empleo
Para analizar la demanda de estas habilidades blandas, hemos analizado plataformas como Linkedin, Indeed, OCC, Computrabajo, y gobierno de México.
Según nuestro análisis, estas son las que más se repetían en las ofertas de trabajo en el ámbito empresarial:
- Liderazgo. Guiar y dirigir a un grupo de forma positiva.
- Inteligencia emocional. Permite conocer a las personas e interactuar con ellas para mejorar la capacidad de relación y comunicación.
- Pensamiento crítico y estratégico. Argumentar de forma crítica las decisiones que se toman para llevar a la empresa a un plan estratégico.
- Creatividad e innovación. Innovar y ser creativo en los procesos para la mejora continua.
- Ética profesional. Reflejo del comportamiento, principios e integridad de la persona.
- Comunicación efectiva. Transmitir ideas y conocimientos de manera clara y sencilla, puede ser verbal o escrita.
- Trabajo en equipo. Disposición a trabajar con un grupo de personas para alcanzar una meta común.
- Resolución de problemas o conflictos. Buscar, analizar y evaluar soluciones ante imprevistos de una forma organizada y metódica.
- Adaptabilidad. Debe ser una persona flexible y receptiva para ajustarse de forma efectiva ante nuevas circunstancias del entorno.
- Gestión del tiempo. Organizar por medio de herramientas el tiempo de manera eficiente al planificar y maximizar la productividad empresarial.
- Negociación. Es la capacidad de llegar a un acuerdo mutuo entre dos partes sobre temas de interés divergente para obtener beneficios en común.
- Empatía. Capacidad para comprender y responder a los requerimientos de los equipos de trabajo y del mercado
- Orientación al cliente. Se centra en las necesidades y expectativas del cliente, al buscar y crear valor agregado a los productos.
- Cumplimiento de metas. Capacidad de alcanzar las metas de acuerdo con la planificación, ejecución y seguimiento de acciones estratégicas.
- Mentoría y coaching. Capacidad de guiar y aconsejar a las personas con menos experiencia a mejorar su rendimiento para la superación de obstáculos.
- Proactividad. Permite anticiparse a problemas o necesidades y tomar la iniciativa de actuar y generar cambios imprevistos al asumir un rol activo.
- Responsabilidad y honestidad. Cumplir con las obligaciones y deberes asignados de una forma transparente, sincera, con rectitud y sin engaños.
¿Se pueden demostrar estas habilidades?
Durante muchas décadas, las habilidades técnicas y conocimientos específicos en un área fueron considerados como los pilares importante en la contratación de personal. Estas habilidades son demostrables con títulos universitarios y cartas de recomendación o experiencias laborales previas.
Sin embargo, ¿cómo podemos demostrar nuestras habilidades blandas, y cómo pueden los empleadores comprobar nuestro nivel de competencia en ellas? Se recomienda realizar un autodiagnóstico para conocernos mejor, e incluso los contratadores de personal también pueden usar este tipo de diagnósticos para evaluar las habilidades blandas de sus candidatos.
Cómo potenciar las habilidades blandas
Para fortalecer o desarrollar estas habilidades es importante seguir en constante actualización, asistir a talleres, seminarios, capacitaciones, desarrollar el pensamiento crítico, y así, realizar un análisis de auto-conocimiento, en constante retroalimentación para el crecimiento personal y profesional.
Terminamos con unas palabras del experto estadounidense Stephen R. Covey:
“Las habilidades blandas son la verdadera diferencia entre un profesional competente y un líder excepcional. Al desarrollar estas habilidades, nos conectamos con los demás a un nivel más profundo y auténtico, lo que nos permite influir positivamente en los demás y alcanzar resultados excepcionales en cualquier ámbito laboral”.
*Sergio Franco Casillas es profesor de tecnologías de la información, Universidad de Guadalajara. Claudia Islas Torres es profesora-investigadora, coordinadora de la Maestría en Procesos Innovadores en el Aprendizaje del CUAltos, Universidad de Guadalajara. Y Cristina Lizbeth Delgado Richarte, es estudiante de Administración en Centro Universitario de los Altos.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original y ver los vínculos a los estudios citados.
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