Es tentador ver a Vladimir Putin como un villano al estilo James Bond sentado frente a un panel de control gigante, en un escondite en la montaña, sembrando el caos en todo el mundo.
Presiona un botón y hay disturbios en los Balcanes.
Presiona otro y Medio Oriente explota.
Es tentador... pero probablemente inexacto. Exagera la influencia global del líder del Kremlin.
Sí, Rusia tiene vínculos con Hamás y se ha convertido en un aliado cercano de Irán. Según Estados Unidos, Moscú y Teherán tienen ahora una asociación en defensa completamente desarrollada.
Pero eso no significa que Moscú haya tenido participación directa o conocimiento previo del ataque de Hamás a Israel.
"No creemos que Rusia haya estado involucrada de ninguna manera", dijo esta semana el embajador de Israel en Moscú, Alexander Ben Zvi, al periódico Kommersant, añadiendo que era "un completo disparate" sugerir que había una conexión rusa con las atrocidades cometidas por Hamás en Israel.
"No he visto ninguna prueba del suministro directo de armas rusas a Hamás, ni de entrenamiento militar ruso de agentes de Hamás", indica Hanna Notte, experta en Rusia y Medio Oriente del Centro James Martin de Estudios de No Proliferación, con sede en Berlín.
"Es cierto que Rusia tiene una larga relación con Hamás. Rusia nunca declaró a Hamás una organización terrorista. Delegaciones de Hamás estuvieron en Moscú el año pasado y este año.
"Pero no inferiría de eso que ha habido un amplio apoyo militar. Aunque sabemos que sistemas de fabricación rusa llegaron a la Franja de Gaza, probablemente a través del Sinaí [en Egipto] y con ayuda iraní".
En otras palabras, el presidente Putin no presionó un botón que decía "guerra en Medio Oriente".
¿Pero está dispuesto a aprovechar la situación?
Absolutamente. Y así es como lo hará.
Distracción de Ucrania
Mientras el recrudecimiento de la violencia en Medio Oriente domina la agenda noticiosa internacional, Moscú cuenta con los titulares dramáticos de Israel para desviar la atención de la guerra de Rusia en Ucrania.
Pero se trata de algo más que simplemente cambiar el ciclo de las noticias. Las autoridades rusas también esperan que, debido a la situación en Medio Oriente, parte del suministro de armas occidentales a Ucrania se redireccione a Israel.
"Creo que esta crisis influirá directamente en el curso de la operación militar especial [en Ucrania]", dijo el diplomático ruso Konstantin Gavrilov al periódico pro-Kremlin Izvestia.
"Los patrocinadores de Ucrania se distraerán con el conflicto en Israel. Eso no significa que Occidente abandonará a los ucranianos. Pero la cantidad de ayuda militar disminuirá... y el curso de la operación puede girar bruscamente a favor [de Rusia]. "
¿Una ilusión por parte de Rusia? Muy posiblemente.
"Podemos y apoyaremos a Israel, al igual que respaldamos a Ucrania", dijo el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en una reunión de ministros de defensa de la OTAN.
Pero un conflicto prolongado en Medio Oriente pondrá a prueba la capacidad de Estados Unidos para apoyar simultáneamente a dos aliados en dos guerras separadas.
Rusia ¿el mediador?
Rusia está tratando de impulsar su papel en Medio Oriente presentándose como un potencial pacificador.
Ya ha desempeñado ese papel antes, uniéndose a esfuerzos internacionales pasados para poner fin a conflictos en la región.
"Rusia puede desempeñar y desempeñará un papel en la resolución [del conflicto]", dijo el portavoz del presidente Putin, Dmitry Peksov. "Mantenemos contactos con las partes en conflicto".
En una visita a Moscú esta semana, el primer ministro iraquí pidió al presidente Putin que "anuncie una iniciativa para un verdadero alto el fuego" en la región.
¿Rusia el pacificador? Eso es difícil de vender.
Después de todo, este es el país que lanzó una invasión a gran escala contra su vecino. Después de casi 20 meses, la guerra de Rusia en Ucrania ha causado muerte y destrucción a una escala que ha conmocionado al mundo.
Además, decir que "puedes desempeñar y desempeñarás un papel" en el logro de la paz no garantiza que aquellos involucrados en el conflicto te acepten como mediador.
Moscú ha tenido durante mucho tiempo interés en Medio Oriente. La Unión Soviética adoptó una posición proárabe mientras Israel forjaba un estrecho vínculo con Estados Unidos.
Durante años, el antisemitismo patrocinado por el Estado fue una característica de la vida soviética.
Después de la desintegración del imperio soviético, las relaciones de Rusia con Israel mejoraron, en parte debido a la afluencia de más de un millón de judíos a Israel desde las ex repúblicas soviéticas.
Pero más recientemente la Rusia de Vladimir Putin se ha acercado a los enemigos de Israel, en particular a Irán, poniendo bajo tensión las relaciones ruso-israelíes.
Denunciar a Estados Unidos
El Kremlin ve aquí una oportunidad para hacer lo que ya ha hecho muchas veces: culpar a Estados Unidos.
Desde el ataque de Hamás a Israel, el mensaje central de Vladimir Putin ha sido que "este es un ejemplo del fracaso de la política de Estados Unidos en Medio Oriente".
Se ajusta al patrón general de Moscú atacando lo que llama "hegemonía estadounidense".
Y presentar a Estados Unidos como el principal culpable en Medio Oriente es la manera que tiene el Kremlin de reforzar la posición de Rusia en la región a expensas de Washington.
Hasta ahora he hablado de los beneficios potenciales para Rusia de los acontecimientos en Medio Oriente. Pero también existen peligros.
"Una inestabilidad cuidadosamente calibrada es lo que más beneficia a Rusia", opina Hanna Notte.
"Si esta crisis desvía la atención de Ucrania -y existe un riesgo real de que eso suceda, dada la importancia de Israel en el contexto político interno de Estados Unidos- sí, Rusia podría ser un beneficiario a corto plazo".
Pero Rusia no se beneficiaría de una guerra que arrastre a toda la región, incluido Irán, que proporciona armas y financiación a Hamás, afirma Notte.
"Rusia no quiere una guerra total entre Israel e Irán. Si las cosas se encaminan hacia eso, y se hace claro que Estados Unidos se pone firmemente del lado de Israel, creo que Rusia no verá otra opción que acercarse más al lado iraní. No estoy segura de que quiera hacerlo”.
"Creo que Putin todavía valora sus vínculos con Israel. No creo que la diplomacia rusa quiera entrar en ese espacio donde tienen que elegir bando. Pero cuanto más se intensifique este conflicto, más presión podrían sentir", asegura la experta.
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