Eduardo, el hijo del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha pedido perdón ante el aluvión de críticas recibidas por inclinarse a favor de una posible implementación de la dictadura en el país si "la situación llega a ser igual que a finales de los años 60".
"Pido disculpas a quien por ventura haya entendido que estoy estudiando el retorno del AI-5 o haya pensado que el Gobierno, de alguna manera, estaría estudiando cualquier medida en ese sentido; esa posibilidad no existe, ahora bien, hay mucho de malinterpretación de lo que dije", ha asegurado el diputado.
No obstante, el hijo del dirigente brasileño ha aseverado que si la izquierda se "radicaliza" en Brasil tal y como está haciéndolo en Chile, el Gobierno "tendrá que tomar medidas".
"Quizá haya sido inapropiado hablar del AI-5 porque no existe ninguna posibilidad de retorno al AI-5, pero, en ese escenario (protestas como las de Chile) el Gobierno tiene que tomar las riendas de la situación", ha afirmado.
El propio presidente Bolsonaro ha criticado también a su hijo y ha hecho hincapié en que un nuevo AI-5 es impensable. El AI-5, el Acto Institucional Número Cinco, daba poderes extraordinarios al presidente de la República y suspendía varias garantías constitucionales durante el periodo más represivo de la dictadura militar.
Las disculpas de Eduardo Bolsonaro han tenido lugar después de que diputados, partidos políticos y jueces del Tribunal Supremo, entre otros, condenaran de forma unánime las declaraciones en las que habría defendido el regreso de la dictadura "si la izquierda se radicaliza".
"Comentarios como los del señor Eduardo Bolsonaro son repugnantes desde el punto de vista democrático y tienen que ser repelidos con toda la indignación posible por las instituciones brasileñas", ha expresado el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, en una nota oficial.
El presidente del Senado, Davi Alcolumbre, también se ha manifestado a través de un comunicado en el que ha sostenido que el respeto entre poderes es "intocable desde el punto de vista civilizado".
"Es absurdo ver a un agente político, fruto del sistema democrático, hacer cualquier tipo de incitación antidemocrática, esa afronta a la Constitución es inadmisible", ha dicho.
Tanto Maia como Alcolumbre pertenecen al partido Demócratas, de centro-derecha, y mantienen buenas relaciones con el Gobierno Bolsonaro, sobre todo en lo que respecta a la agenda económica de reformas.
Los nueve gobernadores de los estados del noreste del país han instado en un comunicado conjunto a "defender la democracia", algo "fundamental para que haya paz y prosperidad en Brasil". "¡Dictadura nunca más!", han expresado.
Uno de los jueces del Tribunal Supremo, Marco Aurelio Mello, ha lamentado las palabras del diputado: "Tiempos más que extraños cuando se produce ese intento de desmembrar la democracia, vientos que quieren llevarse los aires democráticos", ha indicado, según el portal de noticias G1.
Diversos partidos de la oposición han anunciado, por su parte, que presentarán una petición formal para que el Consejo de Ética de la Cámara de Diputados suspenda su escaño.
La polémica se desató cuando Eduardo Bolsonaro justificó la renovación del AI-5 al decir que se ejecutó en un momento en el que varios líderes progresistas "trajeron pánico y terror" al país.