Rusia anunció que está llevando a cabo bombardeos masivos en todas las líneas de frente en Ucrania, y acusó a las fuerzas ucranianas de "torturar y castigar" a civiles en en el territorio recuperado en el marco de su contraofensiva.
Los ataques rusos se produjeron después de que sus fuerzas se vieran obligadas a retirarse de varias zonas del noreste de Ucrania, sobre todo en la región de Járkov por la contraofensiva relámpago lanzada por el ejército ucraniano.
Estos cambios territoriales suponen uno de los mayores reveses para Rusia desde que sus tropas debieran retirarse de las afueras de Kiev en el inicio de la guerra, aunque Moscú indicó que por el momento no busca una paz negociada.
"Las fuerzas del aire y de artillería están llevando a cabo ataques masivos contra unidades de las fuerzas armadas ucranianas en todas las direcciones operativas", dijo el Ministerio de Defensa ruso en su informe diario sobre el conflicto.
También se lanzaron bombardeos "de alta precisión" en posiciones ucranianas en torno a Sloviansk y Konstantinovka, en la región de Donetsk (este), añadió.
Asimismo, el Kremlin acusó al ejército de Kiev de torturar a civiles que habitan en los territorios retomados recientemente.
Las acusaciones de Rusia llegaban poco después de que Kiev denunciara haber encontrado cuatro cuerpos de civiles con señales de tortura en la aldea oriental recapturada de Zaliznichne.