El gobierno de Israel fue claro. El grupo militante Hamás será "eliminado", han dicho muchos altos cargos del gobierno, incluido el primer ministro del país.
En algunos canales de televisión israelíes aparecen regularmente eslóganes como "juntos venceremos". Pero, ¿es realmente posible eliminar completamente a Hamás y "ganar" en una situación como ésta?
La respuesta corta, como han dicho repetidamente los expertos, es no.
Hamás como movimiento social
Se calcula que Hamás tiene entre 20.000 y 30.000 combatientes, según declaró recientemente a DW Guido Steinberg, experto en el cercano Oriente del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad. Pero, añadió, "también es un movimiento social con apoyo masivo en la Franja de Gaza. Y ése es el problema a largo plazo".
Hamás controla de facto la Franja de Gaza desde 2007, y parte de su gobierno consiste en una red de asistencia social conocida como "dawah". Se cree que esta red civil tiene entre 80.000 y 90.000 miembros, según Steinberg.
Destruir el potencial militar de Hamás
Israel tiene uno de los ejércitos más poderosos del mundo, ocupando el puesto 18 de 145 naciones en 2023 en la lista anual de fuerza armada de Global Firepower. En comparación, Alemania ocupa el puesto 25. El Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz informa que el año pasado Israel gastó el 4,5% de su PIB en defensa, es decir, más que Estados Unidos o Alemania, que gastaron el 3,5% y el 1,4% respectivamente.
Mientras tanto, el ala militar de Hamás opera más como un grupo guerrillero y ha introducido de contrabando la mayor parte de sus armas en la Franja de Gaza.
Así pues, Israel dispone sin duda de los recursos necesarios para debilitar a Hamás y dar caza a sus dirigentes. Aunque las cifras no pueden verificarse de forma independiente, el gobierno israelí declaró recientemente que cree haber matado entre 5.000 y 7.000 combatientes de Hamás.
De ser cierto, esto podría considerarse un éxito parcial, ya que debilitar a Hamás bien podría ser lo mejor que cabría esperar. "Algunos funcionarios occidentales creen que la ofensiva israelí hasta la fecha, combinada con la mejora de la seguridad fronteriza, ha asegurado que Hamás no lance otro ataque como el del 7 de octubre", escribieron la semana pasada expertos del think tank International Crisis Group.
Grupos guerrilleros muy difíciles de derrotar
Al mismo tiempo, muy pocos ejércitos nacionales han conseguido derrotar decisivamente a organizaciones guerrilleras en el pasado.
Algunos ejemplos infructuosos son los esfuerzos de Estados Unidos contra los talibanes en Afganistán y los grupos insurgentes en Irak. La derrota infligida por el gobierno de Sri Lanka al grupo rebelde separatista Tigres Tamiles en la guerra civil de ese país se cita a menudo como un caso en el que un ejército nacional venció. Pero, como también se suele señalar, esa victoria costó 26 años de guerra, un número de muertos de entre 80.000 y 100.000, y posibles crímenes de guerra cometidos por ambos bandos.
De hecho, en algunas situaciones en las que se debilitaron las capacidades de un grupo insurgente pero éste consiguió sobrevivir, el grupo resurgió más tarde en una forma más extremista. Un ejemplo común es el brutal grupo "Estado Islámico", que evolucionó a partir de los restos de Al Qaeda.
El propio Israel nunca ha conseguido derrotar a Hamás de forma concluyente, a pesar de haber matado a varios de sus dirigentes, incluidos dos fundadores del grupo.