En su tradicional mensaje de Navidad en la Plaza de San Pedro, en Roma, el papa Francisco instó este domingo a "acallar las armas” en Ucrania, país golpeado por una "guerra insensata”, concepto que suele usar para referirse a esa conflagración.
Además, pidió paz en todas las regiones del mundo donde hay conflictos, en un escenario que calificó como "de Tercera Guerra Mundial”.
"Que nuestra mirada se llene de los rostros de los hermanos y hermanas ucranianos, que viven esta Navidad en la oscuridad, a la intemperie o lejos de sus hogares, a causa de la destrucción ocasionada por diez meses de guerra", declaró Jorge Mario Bergoglio ante miles de fieles congregados en la famosa plaza del Vaticano, algunos con banderas ucranianas.
"Que el Señor nos disponga a realizar gestos concretos de solidaridad para ayudar a quienes están sufriendo, e ilumine las mentes de quienes tienen el poder de acallar las armas y poner fin inmediatamente a esta guerra insensata", señaló. "Lamentablemente, se prefiere escuchar otras razones, dictadas por las lógicas del mundo", apostilló el pontífice, constatando "con dolor que crudos vientos de guerra continúan soplando sobre la humanidad".
La comida como arma
Francisco lamentó "que nuestro tiempo está viviendo una grave carestía de paz también en otras regiones, en otros escenarios de esta Tercera Guerra Mundial". Y citó a Siria, "todavía martirizada por un conflicto que pasó a segundo plano pero que no ha acabado"; Tierra Santa, "donde durante los meses pasados aumentaron la violencia y los conflictos, con muertos y heridos" e imploró para que "se retome el diálogo y la búsqueda de confianza recíproca entre israelíes y palestinos".
También mencionó a Líbano, Sahel, Yemen, Myanmar, Afganistán e Irán, con la esperanza de que "cese todo derramamiento de sangre”. Francisco también llamó a no usar la comida "como arma".
"Toda guerra provoca hambre y usa la comida misma como arma, impidiendo su distribución a los pueblos que ya están sufriendo. En este día, aprendiendo del Príncipe de la paz, comprometámonos todos para que la comida no sea más que un instrumento de paz", sostuvo.