Las autoridades de Nueva Zelanda anunciaron este lunes que necesitan más de 75.000 trabajadores internacionales, desde enfermeros a profesores, hasta mecánicos, ante la falta de mano de obra en el mercado nacional e internacional.
En una conferencia de prensa, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, señaló que desde junio se han ofertado unos 94.000 puestos a empleados extranjeros y, desde entonces, unos 17.000 trabajadores internacionales ya han conseguido visado para trabajar en el país.
"La escasez global de trabajadores contribuye a la falta de trabajadores aquí (...) Está claro que la falta de mano de obra es persistente no solo aquí sino también en los mercados con los que competimos", precisó Ardern.
Entre otras medidas, anunció que los enfermeros y médicos pasarán desde este jueves, 15 de diciembre, a la "lista verde" de empleados que obtienen directamente la residencia en Nueva Zelanda. Otras diez profesiones se sumaron a esa "lista verde" este lunes, sobre todo en los sectores de la salud, la educación y la construcción. Unas 97.000 personas buscan trabajo actualmente en Nueva Zelanda, cuya tasa de desempleo es del 3,3%.
"Desde la pandemia, 3.474 enfermeros han llegado al país, pero está claro que necesitamos hacer más para que los enfermeros elijan Nueva Zelanda", precisó el ministro de Inmigración, Michael Wood. Sin embargo, la organización de enfermeras de Nueva Zelanda calcula que el país necesita unos 4.000 enfermeros más. El ministro de Salud, Andrew Little, ya había advertido este año que Nueva Zelanda necesitaba centenares de trabajadores sanitarios para el área de la salud mental.
"Necesitamos atraer trabajadores cualificados a nuestras costas con salarios, nuestras condiciones y seguridad. Así que, en conversación con las empresas y grupos del sector, estamos expandiendo nuestro plan para convertir Nueva Zelanda en el lugar más atractivo del planeta para vivir", dijo la mandataria. Nueva Zelanda, que reabrió plenamente sus fronteras en agosto tras la pandemia, es "el mejor lugar para vivir, trabajar y divertirse", añadió la mandataria, que aspira a "ser tan competitivos como podamos".