Click acá para ir directamente al contenido

La vacuna del herpes zóster que apunta contra la demencia en mujeres

Los mayores de 50 o con un sistema inmune débil a menudo sufren de herpes zóster o culebrilla.

24horas.cl

Viernes 4 de abril de 2025

Hace tiempo que se sospecha que existen vínculos entre el herpes zóster y la demencia. Ahora, un estudio británico aportó indicios contundentes: la vacunación contra el virus de la varicela-zóster puede proteger, especialmente a las mujeres, contra la demencia.

"El análisis presentado aquí es el mejor trabajo publicado hasta la fecha con respecto a la relación entre una infección vírica y un mayor riesgo de demencia. Aporta pruebas convincentes de por qué la vacunación contra el herpes zóster no sólo protege contra una enfermedad muy dolorosa, sino que también reduce significativamente el riesgo de demencia”, afirma el Dr. Martin Korte, Decano de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Técnica de Braunschweig.

El estudio publicado en la revista Nature muestra que la introducción de la vacuna contra la culebrilla en personas de 80 años o más fue probablemente la causa de que se diagnosticaran menos casos demencia. Se observó a dos grupos en Gales durante siete años. Los resultados muestran que el riesgo de demencia en las mujeres se redujo en una quinta parte. No se llegó a encontrar ninguna conclusión estadística firme en los hombres.

Sin embargo, los resultados del estudio sólo se basan en la vacuna viva Zostavax, que ya no se utiliza. Una vacuna viva contiene una pequeña cantidad de patógenos atenuados pero vivos, capaces de replicarse en el huésped.

Debido a que Zostavax tiene, según un estudio estadounidense, un efecto protector más débil, hoy en día se suele inocular una vacuna no viva conocida como Shingrix.

¿Qué es el virus de la varicela-zóster?

El virus de la varicela-zóster provoca, como su nombre indica, la varicela y pertenece al grupo de los virus del herpes asociados al desarrollo de demencia. La varicela es altamente contagiosa, sobre todo en niños, y provoca fiebre y una erupción cutánea con picor.

Tras una infección de varicela, los virus permanecen en estado inactivo en las células nerviosas de la médula espinal. Sin embargo, pueden volver a activarse con el paso de los años y multiplicarse si el sistema inmune está debilitado, causando la aparición del herpes zóster.

¿Cómo se manifiesta el herpes zóster?

Los primeros síntomas de la culebrilla son fatiga y fiebre. Después se produce una inflamación de los nervios en una zona determinada, con ardor y dolor intenso.

La erupción puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, afecta comúnmente al pecho o la espalda y suele extenderse desde la columna vertebral alrededor del tronco. A partir de la erupción se forman ampollas que pican, se llenan de un líquido claro y vuelven a desaparecer al cabo de unos cinco días.

¿Por qué la vacuna del herpes zóster funciona de forma diferente en mujeres?

El estudio aporta muestras de que la vacuna contra el herpes zóster protege contra el desarrollo o la aparición de demencia. Pero aún se necesita investigar este mecanismo de defensa más a fondo.

También queda por aclarar la razón de que el impacto de la vacuna en el riesgo de demencia difiera tanto entre mujeres y hombres. Según el neurobiólogo Korte: "Las mujeres desarrollan demencia con más frecuencia y sus mecanismos autoinmunes reaccionan con más fuerza. Dos tercios de todas las enfermedades autoinmunes afectan a las mujeres. En ese sentido, el estudio puede incluso estar dando una pista sobre estos mecanismos: Los procesos neuroinflamatorios desencadenados por la autoinmunidad pueden verse reducidos por la vacunación, lo que protege especialmente a las mujeres”.

La neuroinflamación implica que el cerebro se inflama porque el sistema inmune, que normalmente protege al organismo, ataca a su propio cerebro o tejido, en lugar de limitarse a combatir agentes externos como bacterias o virus.

¿Quién debería vacunarse contra el herpes zóster?

Alrededor de tres de cada diez personas padecen herpes zóster a lo largo de su vida. En principio, la enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero suele atacar más a partir de los 50 años o a personas con un sistema inmune delicado. El riesgo aumenta con la edad, y la culebrilla aparece antes y con más frecuencia en las mujeres que en los hombres.

Hasta la fecha, en Alemania, por ejemplo, se ha recomendado la vacunación contra el herpes zóster a todas las personas mayores de 60 años y a los grupos de riesgo de más de 50. La vacuna se inyecta dos veces por vía intramuscular en la parte superior del brazo. Para que se acumule la protección de la vacuna, debe haber un mínimo de dos y un máximo de seis meses entre las dos dosis.

Peter Berlit, secretario general de la Sociedad Neurológica Alemana considera que el efecto de la vacunación en la prevención o el retraso de la demencia es tan considerable, que debería ser tomado en cuenta como razón para vacunarse. Por encima incluso, de la misma protección contra el herpes zóster. "Merece la pena debatir si la vacunación no debería recomendarse con carácter general a partir de los 50 años, al menos para las mujeres", añade Berlit.

El neurobiólogo Korte, a su vez al mando del equipo de neuroinflamación y neurodegeneración del Centro Helmholtz para la Investigación de Infecciones, va un paso más allá: "Mi recomendación clara sería ampliar más la vacunación. Todos los grupos de edad se benefician en lo que se refiere al herpes zóster en sí. Hay pocas cosas más dolorosas que un herpes zóster grave. Es de suponer que, cuanto antes se vacune, antes se reducirá el riesgo de demencia", afirma Korte.