No hace mucho, en estas páginas escribíamos acerca del poder casi sin par que acumulaba Julian Nagelsmann como entrenador en el Bayern Múnich. No nos imaginábamos que, semanas después, el joven técnico sería despedido de manera fulminante y casi escandalosa.
Cualquier consideración sobre este episodio está marcada por un aspecto: Nagelsmann llegó al Bayern Múnich procedente del RB Leipzig, como el entrenador más caro en toda la historia del fútbol mundial. El Bayern lo quería a toda costa para sustituir a Hansi Flick, y de hecho, no era el primer intento de consumar el fichaje: los primeros rumores sobre que lo vinculaban con los bávaros datan de cuando Nagelsmann entrenaba al Hoffenheim.
El segundo aspecto relevante fue la constante muletilla, repetida a lo largo de toda la era Nagelsmann, en cuanto a que se trataba de un proyecto a largo plazo, es decir, que lo del Bayern con Nagelsmann estaba pensado como parte de la maduración profesional del técnico de 35 años de edad. En su primer año, el Bayern incluso le perdonó al técnico la histórica goleada 5-0 ante Mönchengladbach (Nagelsmann no estaba en el banquillo por COVID), y la eliminación de la pasada Champions contra el Villarreal.
Nagelsmann duró más que Flick y menos que Magath
La realidad, sin embargo, fue muy distinta. Como sucede siempre en el Bayern Múnich y en cualquier otro club de máximo nivel, la corrosión entre club y entrenador se produjo rápidamente. En la lista histórica de entrenadores del club bávaro, Nagelsmann quedó apenas "a media tabla” según la permanencia en el puesto. Su marca fue de 633 días, mucho menor que las de Ottmar Hitzfeld (2.192 en la etapa 1998-2004), Udo Lattek (1.756 de 1970 a 1975) o Pep Guardiola (1.096). Incluso Felix Magath y Giovanni Trapattoni, altamente controvertidos como Nagelsmann, duraron más en el banquillo bávaro.
En contraste, Nagelsmann se mantuvo más tiempo como entrenador del Bayern Múnich que el personaje al cual supuestamente iba a eclipsar: Hansi Flick, quien en 605 días logró el sextete. El palmarés de Nagelsmann estuvo lejos de la expectativa, pues en esos 633 días sólo conquistó un título de Bundesliga y dos Supercopas. El club ya no le permitió buscar hasta el último la Champions actual.
Las cifras de Nagelsmann
De todos modos, hay cifras que hablan a favor de Julian Nagelsmann y tienen dividida a la opinión de los hinchas sobre su despido. La principal es el inmejorable desempeño del Bayern en lo que va de la Champions League: ocho partidos ganados de ocho jugados, incluyendo la eliminación del FC Barcelona y el Paris Saint-Germain.
En Bundesliga, es cierto, ha habido por lo menos dos "minicrisis” en lo que va del campeonato. La primera explotó con el gol de último segundo con el que el Borussia Dortmund le empató al Bayern Múnich en la primera ronda. La segunda es la actual, y tiene al Bayern en el segundo lugar de la tabla, como perseguidor de su archirrival del Ruhr.
Pero también es verdad que el Bayern ha perdido tres partidos de 25 en todo el torneo. Si gana al Dortmund, el Bayern volverá a la cima de la tabla y asunto arreglado. La crisis, si la hay, no es porque el Bayern de Nagelsmann acumulara derrotas, sino porque ha dejado ir puntos importantes al no ganar suficientes encuentros. Hay además otro factor externo, que los detractores de Nagelsmann y el propio Bayern dejan de mencionar: el gran desempeño que está teniendo el Borussia Dortmund con Edin Terzic.
La sombra de Lewandowski y el pleito con Neuer
Como sea, aunque son la verdad oficial en Múnich, los números parecen no alcanzar como explicación para el cese de Nagelsmann y el término de una era trunca. El entrenador cometió errores, algunos de los cuales pagó a la larga. Fue él quien prometió hacer olvidar a Robert Lewandowski a través de un ataque colectivo, sin un 9 nominal, y falló. Fue él quien se aferró a la cadena de tres, sistema que nunca alcanzó consenso.
Nagelsmann criticó públicamente al FC Barcelona y su política de fichajes, con lo cual invadió funciones y fue regañado por Oliver Kahn. Quizá la peor apuesta del entrenador fue despedir al entrenador de porteros Toni Tapalovic y con ello romper con Manuel Neuer. La relación de Nagelsmann con Thomas Müller, que por su liderazgo ha hecho rodar la cabeza de varios entrenadores bávaros, al parecer no era la mejor.
En sus formas, el cese de Nagelsmann ciertamente tiene un tufo de venganza. Pero cuáles fueron los factores concretos que causaron su estrepitosa caída en el Bayern Múnich, es cosa que algún día sabremos en su totalidad. El caso es que su nombre no se une al de Flick en la gloria, sino al de Jürgen Klinsmann, Louis van Gaal o Carlo Ancelotti en la lista de técnicos defenestrados del Bayern. Ya lo dijo Joshua Kimmich: "Así es el negocio del fútbol: poco amor y poco corazón”. Y a Julian Nagelsmann le tocó comprobarlo en el Bayern Múnich, de la manera más radical.