Las fuerzas del gobierno sirio perdieron el control de la ciudad de Daraa, según señaló una organización de monitoreo de la guerra, en un nuevo golpe para el régimen de Bashar al Asad ante la fulgurante ofensiva rebelde.
En más de 13 años de guerra civil que ha matado a más de 500.000 personas, nunca las fuerzas de Bashar al Asad, apoyadas por Rusia e Irán, habían perdido tantas ciudades clave en un tiempo tan corto.
Situada en el suroeste a pocos kilómetros de Jordania, Daraa se conoció como "la cuna de la revolución" en los inicios de la guerra, después de que activistas acusaran al gobierno de detener y torturar a un grupo de jóvenes que en 2011 hicieron en su escuela grafitis contrarios a Al Asad.
En este caso, sin embargo, la ciudad no ha caído a manos de la alianza rebelde que avanza desde el norte hacia Homs después de tomar Alepo y Hama, sino de grupos armados locales, señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Ahora controlan más del 90% de la provincia de Daraa", incluida su capital homónima, ante "la retirada sucesiva de las fuerzas del régimen", dijo esta oenegé británica con una vasta red de fuentes en Siria.
En un comunicado, el ejército sirio afirmó poco después que sus tropas desplegadas en Daraa y Sweida, otra provincia del sur, se están "redistribuyendo" para "estabilizar un perímetro de seguridad".