La presencia de una especie de caracol invasora, que podría presentar un peligro para la salud humana y la agricultura local, obligó a confinar un condado en Estados Unidos, según informó el Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida (FDACS, por sus siglas en inglés).
El caracol terrestre africano gigante (Achatina fulica) fue avistado en más de una ocasión en el condado de Pasco, en el estado de Florida. De acuerdo al FDACS, este molusco terrestre es considerado como uno de los caracoles "más dañinos del mundo".
Do you live in Pasco County? Have you seen an abnormally large snail roaming around? It could be a giant African land snail (GALS)! Learn more about GALS at our @FDACSDPI resource page: https://t.co/IU9OqKEqnU 🐌 pic.twitter.com/yET0F2VwCH
— Florida Dept. of Agriculture & Consumer Services (@FDACS) July 3, 2022
Es perjudicial para las plantas
El caracol originario del este de África podría ser perjudicial para la naturaleza autóctona de la zona, ya que es capaz de alimentarse de al menos 500 tipos de plantas diferentes.
"Estos caracoles podrían ser devastadores para la agricultura y las áreas naturales de Florida, ya que causan grandes daños en los ambientes tropicales y subtropicales", advirtió el organismo.
Representa un riesgo para los humanos
Estos moluscos podrían también representar un grave riesgo para la salud de los humanos, ya que estos caracoles son portadores del gusano pulmonar de la rata, un parásito que provoca la meningitis.
Por esto mismo, las autoridades solicitaron no tocarlos sin la protección ni el equipo adecuado. La tenencia como mascota de este caracol gigante es ilegal en Estados Unidos.
Dificultades para controlar la plaga
El molusco terrestre, que puede crecer hasta unos 20 centímetros de largo, implica un desafío grande para los servicios de control de plagas: es capaz de producir hasta 2.500 huevos al año.
Los especialistas creían ya haber erradicado la población de estos caracoles, vistos por última vez en Miami-Dade en 2021. Ahora, estos expertos creen que podrían demorarse tres años en frenar su propagación.
La cuarentena básicamente impide a los residentes locales trasladar al caracol, plantas, tierra u otros materiales de construcción fuera de la zona confinada.