El expresidente brasileño Jair Bolsonaro salió este sábado de un hospital de la ciudad de Natal donde ingresó el día anterior por fuertes dolores abdominales para tomar un avión médico rumbo a la capital Brasilia, donde "probablemente" se someterá a cirugía.
Bolsonaro, de 70 años, abandonó el centro médico vestido con camisa amarilla y todavía con sonda nasal, según un camarógrafo de la AFP. El ultraderechista ha pasado por el quirófano varias veces en los últimos años debido a las secuelas de un ataque con cuchillo en septiembre de 2018.
Antes de subir a la ambulancia el sábado, el exmandatario se desvió unos metros para saludar a varias decenas de simpatizantes que gritaban "fuerza Bolsonaro" frente al hospital, la mayoría vestidos de amarillo y verde, los colores de Brasil.
"Después de mi traslado, probablemente me someterán a otra operación", había informado poco antes el también excapitán del Ejército. Reveló que su médico le dijo "que esta es la situación más grave" desde el atentado de 2018.
"Después de experimentar tantos episodios similares en los últimos años, me he acostumbrado al dolor. Pero esta vez, incluso los médicos se sorprendieron", añadió, al subrayar que se encuentra "estable, en vías de recuperación".
"Su salud no ha empeorado, está estable. Pero es necesaria una cirugía para resolver la crisis", aseguró a la AFP Rogerio Marinho, senador del partido de Bolsonaro.
Marinho acompañó el viernes al expresidente en una gira política que los llevó a varias ciudades del estado de Rio Grande do Norte, del cual Natal es la capital.
Horas antes, su médico, Claudio Birolini, indicó en rueda de prensa desde el Hospital de Río Grande que "este episodio parece más agudo que los anteriores, sobre todo a nivel intestinal".
Su salud evoluciona "de forma estable"
"Aunque por el momento no parece necesaria una cirugía de urgencia, lo que ocurra en los próximos días dependerá de su evolución clínica", dijo.
Según el último boletín médico publicado a mediodía del sábado, su estado de salud "evoluciona de forma estable" y el expresidente se encuentra "con excelente estado de ánimo" tras haber pasado "una noche tranquila".
Bolsonaro (2019-2022) resultó electo presidente unas semanas después de haber sido apuñalado en 2018 durante un mitin en plena campaña electoral.
Esta gira que realizaba por el empobrecido estado de Rio Grande do Norte fue interrumpida el viernes por el "dolor insoportable" del expresidente.
A fines de marzo, la corte suprema decidió abrirle un juicio acusado de liderar una trama golpista con el fin de evitar la toma de posesión como presidente del progresista Luiz Inácio Lula da Silva, que lo derrotó en las elecciones de fines de 2022.
Declarado inelegible hasta 2030 por poner en duda sin pruebas la fiabilidad del sistema de votación electrónico de Brasil, el expresidente se aferra aún a la posibilidad de que se anule el fallo o se reduzca la condena para poder presentarse a los comicios de 2026.
Lula, de 79 años, mantiene en secreto si se presentará a la reelección. Su popularidad está a media asta, lastrada por la inflación, y además ha tenido problemas de salud recientemente.
En diciembre, tuvo que ser operado de urgencia para extirparle un hematoma causado por una hemorragia cerca del cerebro tras una caída.