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Caso Gabriel Cruz: ¿Cómo atraparon a la presunta homicida del niño que buscaba toda España?

El cuerpo del pequeño fue encontrado en el maletero del auto de Ana Julia Quezada, pareja del padre del niño que incluso participó activamente en las manifestaciones por su búsqueda y pronto regreso.

24Horas.cl Tvn

Lunes 12 de marzo de 2018

La policía española logró la detención de la única sospechosa por la muerte de Gabriel Cruz, menor de ocho años que había desaparecido hace poco más de una semana en Níjar, España.

Se trata de Ana Julia Quezada, pareja del padre de Gabriel y quien fue una protagonista de su búsqueda, llegando incluso a consolar entre lágrimas al papá del menor de edad.

La principal sindicada como autora del asesinato fue descubierta tras un enfocado trabajo de la policía, entidad que desde el inicio del caso tuvo serias dudas sobre el testimonio prestado por la madrastra de Gabriel. A través de un registro de cámaras de seguridad, los oficiales comenzaron a notar cierta ambiguedad y nerviosismo en la mujer de lentes y tez morena. De hecho, hubo un episodio que detonó su persistente investigación: dio por perdido su teléfono celular en dos ocasiones, aparato que en primera instancia había sido encontrado por un grupo de personas.

Esto, sumado al hallazgo de una polera del niño en una zona rastrillada anunciado por la mujer, acrecentó las dudas sobre su inocencia. Todo culminó la mañana de este domingo, cuando tras un operativo de seguimiento premeditado se pudo descubrir a la presunta homicida transportando un cuerpo en su vehículo. Fue detenida en la puerta de su casa, Gabriel estaba en el maletero.

Recordar que el niño había ido a la casa de sus primos caminando sin embargo nunca llegó. La mujer se había declarado inocente y agregó que lo había perdido, pero todo cambió. Entre lágrimas, le habría confesado al su pareja, papá del niño, "lo siento, te quiero, he sido yo".

Finalmente, la dominicana Quezada está próxima a declarar ante la Guardia Civil y la Justicia. Una de las hipótesis apunta a celos enfermizos sobre la relación del menor con su padre, aunque no se descartan motivaciones económicas.