Por primera vez, un animal en cautiverio es reconocido como "persona no humana", ya que a ojos de la Sala I de la Cámara Federal, Sandra tiene lazos afectivos; siente; razona y se frustra al encierro.
Según el abogado argentino, Andrés Gil Domínguez, el fallo "establece que un primate es un sujeto de derecho. Es una persona no humana que tiene determinados derechos y que los puede hacer valer en un proceso judicial".
El caso de Sandra está haciendo historia, ya que ésta deberá ser trasladada a Brasil, en donde podrá vivir en libertad, sentando un precedente ya que hasta ahora la ley argentina consideraba a los animales como cosas o incluso simplemente como propiedad privada.
El Zoológico de Buenos Aires, el cual la orangutana habitaba hace 20 años, tiene diez días para apelar respecto al fallo.
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