Alemania informó la puesta en marcha de duras medidas de confinamiento durante Semana Santa, incluyendo estricta cuarentena nacional además del cierre de todo tipo de locales en el fin de semana festivo.
Según indicó la canciller Angela Merkel, la medida incluirá los cinco días de celebración, entre el 1 y 5 de abril, lo que se complementará con la prohibición de funcionamiento de instalaciones culturales, de ocio y deportivas hasta el 18 de abril.
Merkel sostuvo que "tenemos una nueva pandemia", siendo la variante británica el factor clave para endurecer las medidas.
"La situación es grave. El número de casos está aumentando exponencialmente y las camas de cuidados intensivos se están llenando de nuevo", explicó la autoridad germana.
Agregó que el surgimiento de variantes, que explotó el número de contagios en el país europeo, permiten destacar que "esencialmente, tenemos un nuevo virus. Es mucho más letal, mucho más infeccioso y contagioso durante mucho más tiempo".
Por su parte, el vicecanciller Olaf Scholz dijo a la emisora pública ZDF que era "correcto utilizar el período de Pascua para frenar".
Además, Alemania obligará a todos los viajeros a hacerse un test PCR negativo al llegar al país desde cualquier lugar del mundo, aunque no sea considerado zona de riesgo.