Una difícil presentación vivió la comediante, Javiera Contador, sobre el escenario del Festival de Viña del Mar 2024. La actriz resistió aproximadamente 40 minutos de pifias y gritos del denominado “monstruo” de la Quinta Vergara.
Luego de que su rutina no lograra encantar a los asistentes de la segunda noche del certamen viñamarino, Javiera, se dirigió a la conferencia de prensa donde, entre lágrimas, relató el complicado momento que vivió.
Un día después, su marido, Diego Rougier, detalló cómo sintió y vio la presentación de su compañera de vida, detrás de cámaras y confesó a LUN que "se produjo una poco fortuita conjugación de elementos". Agregó que las pifias que recibió Javiera en Coihueco “la afectó” y que su voz “no llegó en óptimas condiciones”.
Sin embargo, mencionó que lo anterior, "no quiere decir que uno no haga una autocrítica. Porque aunque todo eso genera una presión en la artista, ella podría haberse sobrepuesto. Pero la Javi no pudo. Le afectó mucho esa presión en el escenario, encontrarse con esa reacción del público".
Añadió que, a su opinión, Javiera Contador, "no la supo manejar de la manera que me hubiera gustado. Siento que la Javi no pudo ser la Javi arriba del escenario. Es una pena porque yo sé lo talentosa que es. Siento que fue una lástima, no haber podido mostrar lo que teníamos preparado. Pero bueno, así son las cosas".
Al ser consultado por cómo está su esposa, dijo que "no hay forma que no le afecte, es una mujer sensible. De hecho, esa sensibilidad le jugó en contra en el escenario. Pero es fuerte y sabe que esto es una carrera de larga distancia. Hay partidos que se ganan, otros que se pierde, o empatan. Así es la vida. Javiera es una gran luchadora, va a aprender de esto y seguir".
En relación con los 40 minutos de pifias que soportó, comentó que "yo admiro el coraje de Javi, su valentía y la fuerza que tuvo para estar en el escenario. Ella tenía muchas ganas de poder compartir lo que ella hace con la gente, pero también creo que fue súper valiente y consciente de decir señores, si no tienen ganas de esto, no hay problema, me voy. Y eso es un gesto de valentía muy fuerte".
"Es un traspié, sí pero no una tragedia. Tragedia eso que sufrió la región de Valparaíso con los incendios", cerró.