Uruguay derrotó 2-0 a Ghana, pero no fue suficiente y quedó eliminado del Mundial de Qatar 2022 debido a la victoria de Corea del Sur sobre Portugal (2-1), elenco que sí clasificó gracias a la cantidad de goles convertidos en la tabla.
Más allá de la tristeza y desazón existente por este fracaso, los jugadores celestes descargaron su furia contra el árbitro Daniel Siebert. El juez de 38 años tuvo un discreto cometido tras sancionar un dudoso penal a favor de Ghana -que posteriormente atajó Sergio Rochet- y omitir dos faltas sobre Darwin Núñez y Edinson Cavani que pudieron cambiar el rumbo del grupo H.
Una vez terminado el encuentro varios futbolistas se acercaron al alemán, pero el más enojado fue Fernando Muslera. El arquero encaró y gritoneó tanto al principal como al guardalíneas en el camino hacia camarines.
En tanto José María Giménez le tomó el brazo al árbitro asistente mientras que Edinson Cavani, producto de los reclamos, recibió tarjeta amarilla. Diego Godín, en menor medida, se sumó a los alegatos y Ronald Aráujo trató de calmar a sus compañeros.