Kylian Mbappé se las ingenió para ser protagonista en la victoria 2-0 de Francia sobre Marruecos que instaló al campeón vigente en la final del Mundial de Qatar 2022. Si bien no convirtió, el '10' fue un dolor de cabeza constante para el mediocampo y zaga africana con desbordes, regates y velocidad.
Al término del encuentro, protagonizó un emotivo momento: buscó a Achraf Hakimi, figura de los árabes y su compañero de equipo en el Paris Saint Germain, para consolarlo e intercambiar camisetas.
Ambos astros del conjunto parisino tienen una estrecha amistad que se refleja en la celebración de sus respectivos goles: rodilla en piso y un gesto con la mano hacia la nariz de manera mutua.
Mbappé, durante los festejos galos, lució la indumentaria del marroquí como reconocimiento por la brillante campaña del lateral derecho en tierras qataríes.