Un controvertido momento protagonizó Cristiano Ronaldo durante el triunfo por 2-0 de Portugal ante Uruguay, que le dio a los lusos la clasificación a octavos de final del Mundial de Qatar 2022. Y es que el delantero celebró un gol como suyo pero que finalmente no le fue concedido, sino a su compañero Bruno Fernandes.
CR7 "molestó" la vista del portero uruguayo, quien no vio el balón lanzado por Fernandes, y que parecía que Ronaldo había cabeceado. El atacante corrió a celebrar, pero un "chip" le negó la alegría. Y es que en el interior del balón oficial de Adidas, llamado Rhila, hay un chip que determina el autor del último impacto del balón y el premiado en la ocasión no fue CR7 y sí su ahora ex compañero del Manchester United.
"El chip le delató y sus gestos de decepción mirando el momento en que se anunció el nombre del goleador de manera oficial, le delató. Levantó la cabeza en un par de ocasiones para certificar que el gol no era suyo", indicó el diario español Marca.
"No hay debate alguno. Es como los fuera de juego que se están señalando desde el VAR. Todo está medido al milímetro y el chip no ha dejado lugar a la duda pese a que Cristiano Ronaldo no tuviera tan claro que ese noveno gol que había logrado en una fase final de una Copa del Mundo no fuera suyo", agregó.
"El balón del mundial incorpora un chip que detecta todos y cada uno de los toques que se producen. Es el escenario montado alrededor del fuera de juego semiautomático, pero que vale para todos los aspectos del juego. Cualquier incidencia sobre el balón influye a la hora determinar la posición de un jugador, de ahí que se detecte todos los toques", explicó.