"Pala Kenkeshen" o "La Roca que toca las nubes" es uno de los glaciares icónicos de la cultura Selknam, lugar del cual solo se tenia un croquis de cómo era, totalmente inexplorado, prístino hasta ahora, ya que en junio pasado un equipo conformado por cuatro chilenos fue a explorar este glaciar, sus cumbres y rutas ancestrales.
El equipo fue conformado por Marcelo Noria, dueño de Andesfuiguina, guía en jefe y único autorizado por CONAF para realizar expediciones en tierra del Fuego; Patrick Monrose, guía asistente; Jocelyne Jadue montañista - abogada y Paolo Ávila, fotógrafo de ambientes y deportes extremos.
La expedición se llevó a cabo en Tierra del Fuego, al sur de la isla, al interior del parque nacional Yendegaia, explorando las inhóspitas rutas ancestrales del pueblo Selknam, de las cuales una llega hasta el glaciar Pala Kenkeshen.
"Esto es parte de un proyecto más grande personal. Yo vivo en Tierra del Fuego y estoy vinculado al desarrollo del turismo desde el 2007 y soy instructor de montaña, entonces muchas veces en tu vida se combinan las cosa, en este caso para mí llegar a Tierra del Fuego tiene un significado de que tiene la cordillera menos explorada del mundo, la Cordillera Darwin", explicó Noria en conversación con 24 Horas.
"Como soy docente de las universidades, también estaba vinculado al ámbito científico y obviamente el tema de los Selknam es la parte fundamental de la isla. Resulta que empezaron a cruzarse estos caminos y hace poco salió un libro que se llama "Paisajes ancestrales del fin del mundo", que es la comunidad Selknam, que está luchando por ser reconocida, quienes bautizaron algunas cumbres con los nombres que ellos recuerdan de los abuelos y el significado que tienen, porque al final las montañas son los ancestros de los pueblos originarios que descansan ahí", agregó el guía en jefe de la expedición.
En esa línea, Jocelyne Jadue sostuvo que "en lo concerniente a la cultura Selknam, estas rutas son de gran importancia y mantienen una gran conexión con este pueblo. Es así que en sus relatos manifiestan que sus ancestros, sus espíritus, en su dialecto los ouins, descansaron en estos lugares, transformándose en los glaciares, montaña y animales, formando lo que hoy conocemos como Tierra del Fuego".
En cuanto a las complicaciones que hubieron en la expedición, la montañista indicó que la primera " fue el clima, que es quien manda en la montaña. En momentos, debimos pasar horas sin poder salir de nuestras carpas por lo agresivo del clima, nieve, vientos fuertes, nula visibilidad, y temperaturas bajo cero que nos acompañaron en gran parte del transcurso de la expedición, inclusive al regreso de esta".
"Por lo demás, al ser inexplorado ese territorio, tuvimos que ir abriendo ruta al no existir un sendero. Todo esto, además, se encontraba cubierto de nieve, debiendo cuidar dónde dábamos cada paso, ya que no sabíamos que había más abajo de nuestros pies, si grietas, caminos de agua, entre otros.
Para cerrar, Noria aseveró que la idea principal de esta expedición "es que nosotros divulguemos un poco que en nuestras montañas de Tierra del Fuego todavía hay lugares en donde podemos ser un explorador".