Con 145 partidos y 120 capitanías, Claudio Bravo se convirtió en un emblema de la Selección Chilena. De 2004 a la fecha, dijo presente en los procesos de Juvenal Olmos, Nelson Acosta, Marcelo Bielsa, Claudio Borghi, Jorge Sampaoli, Juan Antonio Pizzi, Reinaldo Rueda, Martín Lasarte y Eduardo Berizzo, con quien protagonizó una controversia en la última fecha FIFA de junio.
Eso sí, sólo uno de ellos lo marcó a fuego y así lo reveló en diálogo con TNT Sports. "Bielsa me dejó muchas cosas, como su trabajo y haciéndolo de cierta manera puedes llegar a los límites que te propongas. Bielsa me abrió los ojos para llegar a los niveles que pretendía, quizás si seguía trabajando como lo estaba haciendo no aspiraba a lo que realmente quería. Sus deseos de trabajar son constantes y me tomó en un momento donde quería aspirara a muchas cosas, pero de la manera que trabajaba no iba a llegar", dijo.
"Te dice las cosas de manera directa y depende de uno si lo tomaba o lo dejaba ir, y los que dejaban ir su mensaje quedaban fuera de la Selección. Lo que más nos cambió fue la sensación de hacernos sentir fuertes y preparados a donde fuéramos, que íbamos a ganar", complementó el oriundo de Viluco, quien resaltó la importante del rosarino en los primeros años de la denominada "Generación Dorada". "Nosotros íbamos a ser protagonistas y nos sentíamos como ganadores en todos lados. Eso fue increíble y se mantuvo en el tiempo. Eso hay que recuperar, esa sensación de fortaleza", puntualizó.
Precisamente el "Loco", con Uruguay, será rival de la Roja en el debut de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Norteamérica 2026. ¿Cómo se tomó la llegada del trasandino a la Celeste? "Para el resto es una dificultad que Uruguay tenga a Bielsa, con gente joven en clubes de Clase A o B en Europa. Tienen mucho potencial de cara al futuro y conociendo cómo trabaja en el día a día, no cabe duda que preocupa más. Con él tienen un plus extra, porque saca rendimiento al jugador joven y seguirán sacando jugadores", cerró.