Francisca Crovetto inscribió su nombre en lo más alto del deporte chileno luego de colgarse la medalla de oro en tiro skeet en los Juegos Olímpicos de París 2024. Y es que la deportista del Team Chile puso fin a una sequía de 16 años de medallas olímpicas (la plata de Fernando González en Beijing 2008 había sido la última) y de 20 años para el oro tras los obtenidos por Nicolás Massú en Atenas 2004.
Por ello, la tiradora nacional no escondió su emoción tras su increíble logro. "Sabía que hoy debía tirar 50, fue lo que intenté hacer. Lo importante es que jamás me rendí, nunca me rendí. Partí fallando en la primera ronda y terminé haciendo 24. Esa es mi fortaleza, soy una luchadora", dijo a Chilevisión.
"Estoy demasiado feliz, es un sueño. El 2004 soñé con estar en unos Juegos Olímpicos, estos ya eran mis cuartos y los miedos de no volver a hacerlo bien, siempre estaban presentes", agregó.
"Trabajamos mucho para llegar a este día con todo mi equipo y mi familia. Lo más lindo del mundo es poder tenerlos a ellos en la tribuna, porque sin ellos habría sido imposible. También le envió un abrazo gigante a mis hermanas y a mi papá sobre todo, porque se lo prometí y acá está", complementó.
"Los sueños se construyen"
Luego, Crovetto confesó qué ocurrió cuando falló los primeros tiros dobles: "No me sorprende el deporte. En la final, cuando fallé en los primeros dobles, dije que todas fallan y pegan. He trabajo mucho mentalmente con mi marido, que es un fanático del deporte y ha estado conmigo esta semana. Los sueños se construyen, nada llega por azar y ese es el mensaje para todo Chile".
"No tengo palabras. Estoy viviendo el sueño de la Francisca de niña y de todo un país que creyó en mí, del Comité Olímpico, Ministerio, Federación. Son tantas las personas que me han ayudado desde las tías del CAR que me abren la puerta a las 7:30 de la mañana con una sonrisa hasta acá los voluntarios y mi familia", agradeció.
"Mi intención era siempre ir paso a paso, hacer una buena clasificación y entrar en las finales. Entrar en la final significaba estar dentro de las seis mejores y se logró con un shoot-out. Siempre tengo que sufrir y así fue. Esa convicción de que estoy preparada para todo, que nada me sorprende y no importa lo que pase. Uno tiene que entregarse a la experiencia con convicción y determinación. Gracias a todo mi equipo y todas las personas que han construido conmigo esta medalla", finalizó.