“Es difícil dimensionar el cariño de la gente en mi despedida (…) en los equipos como La Serena no importan los títulos, sino lo que uno hace por el club. Yo no busqué esto, el cariño se dio solo”.
Tras estas palabras, Mauricio ‘El Ingeniero’ Salazar se vistió de corto por última vez en el Estadio La Portada de La Serena, dejando este 27 de octubre como una fecha que jamás olvidarán los fanáticos granates.
Las ocho mil almas que llegaron al reducto fueron testigos de una día emotivo y que, de seguro, marcará un antes y un después en la historia local.
Pese a que el partido terminó con una agónica derrota ante Ñublense, pero que de todas maneras permitió asegurar la permanencia de La Serena en la Primera B, el objetivo era claro: todos querían homenajear al ‘Mauro’.
Y vaya que no decepcionaron, pues personas de todas las edades gritaron y lloraron en la galería para recordar a Salazar, e incluso portaron una tarjeta con el, a partir de ahora, legendario dorsal 18 que acompañó al ídolo.
NACE UNA LEYENDA
Con la gran exposición y millones que rodean al fútbol mundial en la actualidad, cuesta encontrar jugadores tan representativos y que hayan desempeñado gran parte de su carrera con una camiseta.
Eso lo saben los papayeros, quienes agradecen que Salazar nunca dejara los colores pese a haber vivido campañas que harían escapar a cualquiera.
Jaime Raúl Valdovino, histórico locutor radial durante 25 años y eterno hincha de La Serena, comentó a 24horas.cl que Salazar marcó de una forma única a los corazones granates.
“Pese a una oferta económica de Coquimbo Unido que triplicaba lo que ganaba acá, él prefirió quedarse sin dudarlo. Eso lo diferencia a otros referentes”, sostuvo Valdovino.
La visión es compartida por Diego Ángel Roa, fanático acérrimo del equipo, quien pese a vivir en Santiago no falla a su pasión.
Como suele hacerlo desde hace años, recorre en bus los 470 kilómetros que separa a ambas ciudades, y obviamente fue testigo de la despedida del referente, a quien lo define como un tipo “extraordinario”.
“Acá los niños no van al estadio a ver fútbol, van a mirar a Mauricio Salazar. Él nunca le quitó el saludo ni tuvo malas palabras para nadie”, manifestó el joven de 28 años.
Valdovino se sumó al relato, enfatizando que “si tú me preguntas qué significa Salazar, todo se define en la palabra ídolo”. Recordó también los momentos en que el capitán serenense “pese a las malas campañas y lógica presión, pudo sacar su carrera de ingeniero en minas y ser un tipo integral”.
“Yo lo vi cuando en las concentraciones estudiaba y entrenaba, es un ejemplo a seguir”, añadió.
EL TOTTI GRANATE
Con 21 temporadas en el fútbol profesional, 18 de los cuales los vivió con el equipo del faro, se transformó en uno de los casos más representativos de ese cada menos visible amor incólume entre jugador y equipo.
Tanto es así que los hinchas ya lo apodan ‘el Totti granate’, por la similitud de la historia con la del ex capitán de la Roma. Pero no todo queda allí.
“La hinchada pide que la camiseta 18 no se ocupe más” afirmó Roa, argumentando que “sería lo mínimo para retribuir todo lo que nos dio”.
Valdvino concordó con esta idea explicando que “le podrían dar un puesto de gerente, pero eso se pude acabar en cualquier momento dependiendo de las campañas”.
“El sacar el 18 transformaría su homenaje en algo eterno”, complementó.
La dirigencia, por su parte, ratificó otra de las intenciones de la comunidad de fanáticos, bautizando la galería sur del Estadio La Portada como Mauricio Salazar.
El ingeniero se despide del fútbol dejando a su querido equipo y ciudad al menos en el profesionalismo a pesar de que su sueño era colgar los botines con los granates en primera división.
Se acaba la temporada, pero la leyenda recién está empezando en La Serena.