Deportes Valdivia, cuadro que marcha en la séptima posición de la Tercera División A, comunicó este martes la salida de Paulo Garcés, exseleccionado nacional que llevaba tres años en la institución.
"Ha dejado de pertenecer a nuestra institución, siendo una gran pérdida para el club, pero respetamos completamente los motivos personales que llevaron a esta decisión. Es un tremendo orgullo para nuestra entidad que hayas vestido y defendido estos colores. Te agradecemos Paulo, como jugadores y profesional y amigo. Éxito en tus próximos desafíos", sostuvo el cuadro valdiviano en un comunicado.
Sin embargo, el "Halcón" entregó su versión de los hechos en diálogo con Radio Biobío. "Pasaron muchas circunstancias que la gente no conoce, muchas cosas durante estos tres años y se coronó con lo que pasó en Cabrero hace dos semanas", expresó en alusión a la pelea ocurrida el 18 de mayo entre hinchas, jugadores y dirigentes de Comunal Cabrero y Deportes Valdivia.
"Gracias a Dios no pasó nada fatal, porque esa batalla campal pudo haber terminado muy mal. De verdad pienso a qué ha llegado el fútbol hoy. Saber que el fútbol se ha convertido en cualquier cosa, de verdad fue una locura. En Segunda División estamos tremendamente expuestos, porque no hay Carabineros, no hay guardias. ¿Se van a tomar acciones cuando haya alguien fallecido?", puntualizó Paulo Garcés, quien reveló la secuencia de hechos que lo llevaron a tomar la decisión mencionada.
"El año pasado pasamos por no pagos, descuento de puntos, no teníamos camarín y nos vestíamos en los autos. Al poner las cosas en la balanza, uno tiene que mirar a veces para el lado. Yo dejé mucho a mi familia de lado por esta profesión, pero ya lo que pasó en Cabrero fue impresentable y esa fue la gota que rebalsó el vaso para mi salida", cerró el campeón de América con la Roja en 2015, quien de momento "aun no recibo ofertas, nada".