La derrota 2-1 de Unión San Felipe por la sexta fecha del Campeonato de Primera B pasó a segundo plano luego que Paulo Garcés y Facundo Monteseirín terminaran detenidos por agredir a un guardia.
El hecho sucedió cuando el plantel aconcagüino encaró al árbitro tras un polémico cobro, lo que generó el ingreso del agente de seguridad para resguardarlo, pero recibió un empujón del arquero y un golpe de puño por parte del trasandino.
Al término del compromiso, ambos futbolistas quedaron aprehendidos bajo la Ley de Violencia en los Estadios.
Radio Biobío puntualizó que Paulo Garcés quedó libre de cargos mientras que Facundo Monteseirín pasó a control de detención y posteriormente en libertad, pero con prohibición de acercarse a la víctima y arraigo nacional durante el plazo de investigación.