El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, declarará este viernes ante la justicia como investigado en el procedimiento abierto por un presunto delito de "agresión sexual" por su beso forzado a la jugadora Jennifer Hermoso.
Rodeado de una gran expectación mediática, el ya exidirigente está citado a las 12:00 horas en el tribunal madrileño de la Audiencia Nacional, donde será interrogado por el juez Francisco de Jorge, a cargo del caso, en una vista que se celebrará a puerta cerrada.
Desde una reciente reforma del Código Penal español, un beso no consentido puede considerarse agresión sexual, una categoría penal que agrupa todos los tipos de violencia sexual.
Las penas por un beso forzado pueden ir desde una multa hasta cuatro años de prisión, de acuerdo con fuentes de la Fiscalía.
El ministerio público también contempla un supuesto delito de coacciones, ya que Hermoso afirmó en su declaración que "tanto ella como su entorno más próximo sufrieron una presión constante y reiterada por parte de Luis Rubiales y el entorno profesional de este, para que justificara y aprobara los hechos", de acuerdo con la querella de la Fiscalía.