El exjugador del Barça, Dani Alves, ha alegado ahora, por primera vez, que la noche en que presuntamente violó a una joven en una discoteca de Barcelona estaba borracho, lo que podría suponer una atenuante que le reduzca la pena en caso de ser condenado por agresión sexual.
Según ha avanzado el periódico "ARA" y han confirmado fuentes jurídicas, la defensa del jugador brasileño, que ejerce la abogada Inés Guardiola, aduce que el estado de embriaguez de Alves mermaba sus capacidades cognitivas, de forma que no era consciente de sus actos.
La abogada pide la absolución de Alves a la Audiencia de Barcelona, que lo juzgará el próximo mes de febrero, argumentando que no es cierto que violara a la joven, quien lo denunció la misma noche de los hechos, el 30 de diciembre de 2022.
No obstante, también apunta en su escrito que el futbolista se encontraba ebrio cuando invitó a la víctima y a sus dos amigas al reservado de la discoteca Sutton de Barcelona, en cuyo baño ocurrió supuestamente la violación, lo que de considerarse probado podría suponerle una atenuante.
Esta circunstancia añade un elemento nuevo a las cuatro versiones que el exjugador del FCB ha ofrecido ante la justicia sobre lo sucedido en el baño de la discoteca desde su detención, en enero del año pasado.
El exjugador del Barça será juzgado en la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona entre los próximos días 5 y 7 de febrero.
La Fiscalía pide nueve años de cárcel para el futbolista, al que acusa de un delito de agresión sexual, y que indemnice a la víctima con 150.000 euros, mientras que la acusación particular ejercida por la víctima solicita que se le condene a doce años, la pena máxima por violación.