El partido entre Colo Colo y Fortaleza, válido por la segunda fecha de la fase grupal de Copa Libertadores, se transformó en un bochorno a nivel continental luego que un grupo de barristas vandalizara el Estadio Monumental e invadiera la cancha, poniendo en riesgo la integridad de los jugadores.
Todo ocurrió a los 72 minutos cuando los simpatizantes situados en la tribuna Lautaro rompieron dos acrílicos y entraron de manera paulatina al terreno de juego, lo que generó la rápida huída del plantel de Fortaleza a camarines.
Los jugadores albos, en tanto, intentaron mediar con el árbitro uruguayo Gustavo Tejera y personal de Conmebol, lo que resultó inútil dado que tras casi una hora, se tomó la determinación de suspenderlo.